Capítulo 23.

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Demi rápidamente ocultó su muñeca entre las sábanas y escondió la mirada.

¿No piensas decir nada? —le pregunté después de varios minutos de silencio.

Me sentía molesta, indignada y triste. ¿Desde cuando se hacía eso? ¿Por qué se lo hacía? Es una de las personas más alegres que conozco, ¿qué razón podría haber para que sufra?

Me senté en la cama, busqué mi ropa y comencé a vestirme. Una vez lista, me levanté y tomé mi cajetilla de cigarros, pero no quedaba ninguno.

"Mierda", pensé, mientras escuchaba a Demi llorar en la cama.

Trataba de evitar escucharla. Tanto ella como yo necesitábamos un momento a solas.

Tomé mi billetera e iba a salir de la habitación.

¿A dónde vas? —me preguntó cuando estaba a punto de abrir la puerta.

Necesito salir —hablé sin mirarla.

Demi rápidamente se puso de pie y cubrió su cuerpo con una sábana. Se acercó corriendo y me abrazó por la cintura.

Perdóname, perdóname, perdóname —repetía con su cabeza apoyada en mi pecho—. No me odies, _____, por favor.

Me quedé helada ante sus palabras. ¿Ella de verdad cree que yo podría odiarla por eso? Si es verdad que me molestó el que jamás me lo dijera. Tal vez cuanto tiempo se ha estado lastimando a sí misma. Pero tal vez tiene la autoestima en el piso... y yo no hago más que huir de esto.

Sentí que los ojos se me llenaban de lágrimas.

Abracé a Demi por los hombros mientras ella lloraba en mi pecho.

Yo jamás podría odiarte Demi, no quiero que vuelvas a decir eso.

Alzó la mirada y pude ver sus ojos hinchados y rojos. Llenos de dolor. Verla así duele tanto.

Yo... me siento tan débil ahora —dijo con un hilo de voz y volvió a apoyar su cabeza en mi pecho.

Ven —tomé su mano y la llevé a la cama. Ella aún cubría su cuerpo con la sábana. Nos sentamos y la miré—. Demi, ¿por qué te haces esto?

Ella agachó la mirada y tragó saliva.

Porque... no lo sé, porque soy estúpida.

  —Sabes que eso no es verdad. Dime por qué lo haces. No te juzgaré, ni nada. 

Respiró hondo. 

  —Porque nunca fui suficiente. 

La miré extrañada.

—¿De qué hablas?

Me miró.

—Jamás he sido suficiente, ____.

—¿Suficiente para qué?

—Para ti.

Tragué saliva.

¿Qué quería decir con eso? ¿Se lástima a sí misma... por mí?

—¿Por eso te lástimas? ¿Por mi culpa? —traté de evitar las ganas de llorar.

—No es tu culpa, ____.

Agaché la mirada.

—Soy una verdadera mierda —susurré—. Todo esto es mi culpa.

—No digas eso, no es así.

¿Alguna vez han sentido que todo lo hacen mal y que todo es culpa suya? Pues así me siento ahora. Lastimé a Demi. Soy la peor persona del mundo.

HEART ATTACK || Demi Lovato y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora