capítulo siete

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Le sonreí mientras le miraba fijamente a los ojos. Escaparíamos juntos después de todo. Podría vivir en un apartamento, con comida de verdad y sin ningún policía que nos separase. Juntos.

– Vamos, Sori. Necesito cerrar lasp uertas.– dijo.

– Déjame ir contigo.– él miró al agua, estaba subiendo muy rápido.

– Los guardas te verán, mejor sal ahora. Te seguiré de todas formas.

Yo asentí y aparté la mirada primero, pues él ya se había ido.

Nadé hasta llegar a una de las puertas, cuando salí me encontré con varios pacientes arremolinados en lo alto de unas escaleras. No había guardias por ningún lado. Supongo que esta vez por fin funcionaría. Me pregunto cómo estará Yoongi ahora, dijo que nos veríamos a la entrada, necesitaba llegar hasta ese piso. No puedo dejar de pensar en lo que pasó, en lo que dijo y a la vez en todos estos pacientes que necesitaba ayudar a salir.

Pero no podía pensar con claridad. Puede que Yoongi fuera la primera persona que me haya dicho que me quiere.

Conseguí liderar a los pacientes y llegamos nadando hasta el último piso, el cual no estaba ni de lejos tan inundado, aunque el agua de los pisos superiores iba filtrándose hasta abajo conforme abríamos las puertas. Al llegar a fuera y abrir las puertas principales vimos como la gran ola de agua se extendía y mojaba el césped de la entrada. Echaba de menos el olor a césped, sin duda.

Algunos de los pacientes escaparon, felices, otros se quedaron allí esperando o recuperando fuerzas. Yo simplemente me quedé a un lado de la puerta, viendo como salían cada vez más agua y más personas. Pero ninguna a quién realmente esperaba.

– Joven, ¿no estás feliz? Por fin somos libres.– una señora, a la que todos siempre tomaron por la más loca del lugar, me sonreía para luego entregarme una flor que acababa de arrancar del campo. Yo le sonreí de vuelta y luego miré al cielo; Era de noche, pero aún así era precioso.

Si solo estuviera Yoongi aquí podría disfrutar de esto también.

Asylum ☹ yoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora