「You ＆ Me」《Elsword》

Three

Mi nombre es Luciela R. Sourcream. Fui la antigua soberana de los Demonios, pero me traicionaron. Dijo con un aire de superioridad, todos la miraron con algo de desprecio. Al fin y al cabo, eran demonios. Seres que destruyeron su vida. Entiendo que me llegueis a despreciar por ser de una raza detestada. Dice en un tono triste. Rena, por unos momentos, se sintió identificada con ella. Firmé un contrato con Ciel. Da un paso atrás para que su sirviente interviniese.

Soy Ciel. Tengo 24 años. Se escucharon unas voces halagando su apariencia. Mi misión es esta vida es proteger a Lu, mi ama. Creo que algunos malinterpretaron la palabra Ama. Firmé un contrato con ella, y no terminará hasta que ella recupere todo lo que perdió tras ser traicionada injustamente.

Eso es todo lo que dijeron para luego bajar por las escaleras y ser entrevistados por sus compañeros.

Estaban algo agobiados, ellos sólo querían completar su primer cambio de clase. ¿Era pedir tanto?

Como todos ya os conocéis, vuestra primera misión es esta. Dio un paso hacia el pelirrojo, todo el mundo se daría cuenta de que él iba a ser el líder del grupo. Te la confió a ti, Elsword.

No le decepcionaré. Asiente con la cabeza firme y se dirige a sus compañeros. Espero que seamos un grupo unido, bienvenidos todos.

Enano, eso estaba fuera de lugar. Habló la maga.

¿Cómo me has llamado, bruja? Se defendió a sí mismo. Provocando a la pelimorada.

Y así fue como ambos perdieron el respeto de los demás y se dieron un facepalm que, sinceramente, sonó.

Siguieron peleándose como niños pequeños hasta que dicha elfa intervino en la situación con un aura negativa.

Ciel, tengo miedo de esa elfa. Susurra la demonia a su sirviente. Su aura es parecida a la de Karis, muy maligna.

Tranquila Lu, sabes que te protegeré. Respondió el peliazul por lo bajo, haciendo que su ama tuviera un notable color granate plasmado en sus delicadas mejillas.

La elfa se aproximó a ambos chicos y los separó sin antes gritar a pleno pulmón que, puede ser, que los habitantes de Altera la hubieran escuchado perfectamente.

¡Cállense los dos! Los dos miraron con algo de temor en su interior. El rostro de la elfa no era exactamente "agradable". ¡Parecéis unos niñatos! ¡Compórtense de una maldita vez! Finalizó soltando a ambos del brazo. Se retiró para sentarse en un lado del tablón.

Lección aprendida; nunca enfades a Rena. Pensaron todos los presentes con una gota de sudor.