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Ciencias naturales.


—¡Tú has follado!

Sí, ese era Taehyung.

Jimin y sus colegas decidieron ir el domingo a tomar un café en la cafetería del barrio. Lo único que le faltaba a Jimin es que le recordaran cualquier cosa que tuviera que ver con la noche del viernes, mientras intentaba eludir la afirmación de Taehyung y las expectantes caras de sus otros amigos esperando una respuesta, Jimin se dirigió a la barra de la cafetería para recoger su café.

«¿Qué si he follado? ¡Já! Más bien me han taladrado».

Tras intentar recuperarse de todo lo que había tenido lugar en aquella habitación, Jimin arregló como pudo sus pantalones que, visto lo visto, al final sí que los utilizó en plan gogó. Bajó a la planta baja de la casa de Amber, se puso su chaqueta (menos mal que le cubría la desnudez parcial de su culo) y buscó a Jungkook para decirle que se iba.

Aquella noche no pensó.

Al tumbarse en su cama, enseguida sus ojos se cerraron, pero el sábado tuvo tiempo para estrujarse el cerebro:

«¿Qué mierda ha pasado? Vamos por partes: primero, empezamos con mal pie porque machaqué a sus amiguitos. Segundo, me enfrenté a él diciéndole que si se ponía tonto, básicamente me lo follaría. Tercero, me pegó una paliza por pasarme de listo. Cuarto, le pegué un sobeteo por pasarse de listo. Quinto, básicamente, fue él quien me folló. Viéndolo desde este escueto resumen, se diría que hasta me lo estaba buscando, pero entonces, ¿Por qué un macho alfa heterosexual se dignaría a darle una lección a un puto maricón de mierda? Además, ¡Mierda! Ahora que lo pienso, ¡El hijo de puta no usó condón! ¡Pero será mamón! A saber a cuántas zorras se habrá tirado».

Jimin seguía y seguía dándole vueltas al asunto.

En caliente, pensaba que el hijo de puta esencialmente lo había violado, pero luego en frío, recordaba sus roncos jadeos, aquella mano en su garganta, embestidas profundas y suaves. Desde luego, si permanecías todas las horas de un día y su noche empalmado al recordar cómo "supuestamente te habían violado", definitivamente no debería definirse como violación.

«¿Y ahora... qué?».

¡Joder!

Con otros chicos no era tan difícil. Se acostaba con ellos, si les gustaba volvían a verse un par de veces más. Y si no, pues no los volvía a llamar, incluso aunque hubiesen estado en su mismo instituto, pero Yoongi tenía algo, esa aura peligrosa, esa voz profunda, esa sonrisa con hoyuelos.

Volviendo a la mesa con su café, Jimin había olvidado por qué todos lo miraban.

—¿Y bien? —Ahora era Namjoon el que hablaba— Vamos, Jimin, que nos conocemos. Esa cara que tienes lleva el nombre de "polvo" escrita, aunque... diría que hay algo raro... No sé, ¿No terminó del todo bien? ¿Volviste a encontrar una concha tras los pantalones?

El estruendo de risas por parte de sus colegas hizo que algunos clientes de la cafetería se volvieran hacia ellos. Jimin calmó a las tres implacables hienas diciéndoles que sólo fue un revolcón más, y que lo raro que Namjoon veía es que, aún estaba haciéndose a su nuevo instituto.

Tuvo que inventarse un estudiante imaginario al cual se tiró en la fiesta del viernes. Menos mal que no fueron demasiado insistentes para que les contara todos los detalles.

Y el lunes llegó. Por suerte, aquella semana sólo tendrían clases lunes y martes, ya que las fiestas de la ciudad comenzarían el miércoles.

«Mejor —pensó Jimin—. Así no tendré que soportar su mirada durante muchas horas».

Como el agua y el aceite[Adaptación MinYoon/YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora