| Capítulo 2 |

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Miró todo a su alrededor

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Miró todo a su alrededor. Podía sentir la fría brisa del anochecer. Todo se mantenía en oscuridad mientras pocas personas transitaban las calles.

Jamás imaginó que pudiera tener una razón que llenara la soledad que le embargaba, sin embargo aquí estaba, de pie, lista para enfrentar lo que vendría de ahora en adelante.

Camino por las calles oscuras y desoladas. Se introdujo en un callejón oscuro y miró a su alrededor cuidando no ser vista.

"De nuevo en casa."

Artículo para si misma. En su corto camino en algún momento sintió como alguien le observaba. Al ladear el rostro no encontró a nadie. Suponía eran paranoias suyas, pensamientos que su marido le incrustaba día con día.

Empujo ligeramente uno de los ladrillos frente a ella. Todo el muro comenzó a moverse abriendo paso a un gran portón negro con el símbolo de los apellidos de su ahora esposo.

Según palabras de Allen, habían "seres que deseaban hacerle daño" pero hasta ahora se mantenía a salvo. Jamás demoraba más de lo normal cuando salía de casa o le preocuparía a él.

Aun sabiendo que tendría un hijo suyo. Sabiendo que eran marido y mujer, sentía que algo de todo lo que le rodeaba, no encajaba. No tenía idea de sus gustos o aficiones. Solo recordaba haber despertado con un fuerte dolor de cabeza y él mirándole atento.

Sus pasos hacían eco por el gran pasillo al que se había introducido. Camino lenta y pausadamente.

Un pequeño golpe en su vientre le hizo saber que se encontraba hambriento y eso planeaba hacer. Alimentar a su pequeña razón de ser.

- Solo espera un poco más cariño. Debemos despertar a papá.

Dio la vuelta a su derecha y camino hasta llegar a la puerta de la recámara dónde se supone se encontraría Allen.

Golpeó una vez sin recibir respuesta alguna. Dos, y comenzaba a preocuparse. Allen jamás demoraba tanto en abrir.

Giró el pomo de la puerta y abrió sin demora. Miró a su alrededor encontrándose con una recámara en completo orden para al final posar su mirada sobre la cama. Ahí estaba él.

Se acercó cautelosamente, se colocó a un costado y le observó dormir. Allen era apuesto, cabellos negros, piel blanca, casi pálida, rasgos occidentales y labios ligeramente sonrosados.

Sin saber cómo o porqué, sus manos actuaron por si solas. Poso con delicadeza la yema de sus dedos delineando sus pómulos para al final delinear sus perfectas cejas.

No entendía porqué no sentía esa sensación de estar en casa. Se supone debería sentirse completa, feliz ¿pero por qué no lo estaba?

Detuvo su mirada en sus ojos cerrados. De repente en un abrir y cerrar de ojos la imagen de unos ojos almendrados apareció en su mente.

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⏰ Última actualización: May 15, 2017 ⏰

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