Capítulo 5

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—Entonces, ¿quedó claro que Tsuki me pertenece a mí? —le preguntó en un gruñido, Kagami le dirigió una mirada llena de furia—. Yo mataré a cualquiera que se interfiera entre nosotros. Yo la vi primero. Ella me pertenece.

Kagami soltó una gran carcajada. Akashi se sintió ofendido e irritado a la vez. ¿Kagami no podía captar de una vez que Kuroko Tsuki le pertenecía?

—Claro..., ella te va a amar mucho cuando sepa que haz estado amenazando a todos los que se acercan a ella, sí, ella se va a volver loca de amor por ti.

Akashi frunció el ceño y presionó sus tijeras contra el cuello de Kagami. No temía hacerle daño, en más, deseaba matarlo ahí mismo. Pero podrían sospechar de él..., Kuroko lo haría.

Kagami se quedó quieto al instante. Sí Akashi movía aunque sea un poco esas tijeras, haría una profunda herida en su cuello y podría morir por desangrado, porque claro, Akashi ni siquiera lo ayudaría. Lo dejaría tirado.

Akashi dejó de acorralarlo cuando escucharon pasos por los pasillos, guardo rápidamente sus tijeras y le dirigió una mirada cortante.

— ¿Chicos?

Los dos pelirrojos voltearon a ver a Tsuki, que estaba con su bolso y un libro en sus manos. Ladeo la cabeza confundida al ver a Akashi ahí.

— ¿Akashi? ¿qué haces aquí?

Se acercó a paso lento, mirando a los dos chicos de manera extraña y confusa. Akashi le dirigió una mirada sombría a Kagami, pero luego miró a Tsuki y esa sombría mirada se convirtió en una cálida mirada y una gran sonrisa.

—He venido a verte... —Akashi se acercó a ella con tranquilidad y se sonrojó—. Quiero invitarte a comer algo.

Tsuki le sonrió, acomodando una mecha de su corto cabello detrás de su oreja y asintió.

—Claro que sí, Akashi.

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—Akashi..., ¿por qué estamos en tu casa?

Akashi la miró de una manera algo sádica y psicópata. Dejó de darle la espalda y se puso frente a ella sin dejar de tomar sus manos de una manera delicada, en contraste de su mirada perversa.

—Esta es tu casa, Tsuki. —respondió de una forma tranquila.

Tsuki lo miro confundida y soltó sus manos de las de Akashi, dando pasos atrás cuando lo vio acercarse a ella con una perturbadora sonrisa en su rostro.

—Akashi..., en serio, no me esta gustando tu broma. —farfulló con la voz un poco más seria.

Akashi la miró con el ceño fruncido, entonces, bruscamente la agarro del brazo y acerco su rostro al de ella, respirando su aroma lentamente.

—No es una broma, cariño. Esta es tu casa. Siempre lo ha sido.

Tsuki se puso pálida e intento soltarse del agarre del pelirrojo. Pero él le decía palabras cariñosas, y la sujetaba con más fuerza, hasta el punto que se fastidió al ver como no se tranquilizaba. 

—Quédate quiera, maldita sea. —gruñó—, Es hora que sepas que me perteneces. 

— ¡Yo no te pertenezco! — gruñó Tsuki. Los ojos de Akashi la miraron como dos dagas filosas. Al instante, sintió miedo cuando lo vio acercar mucho su rostro a ella aún con esa perturbadora mirada.

 — Yo soy el emperador, yo doy las ordenes y todos las tienen que obedecer. Si digo que tú eres mía, lo eres. Mis ordenes son absolutas. 

Tsuki se puso más pálida al ver como Akashi la empujaba a una habitación y cerraba la puerta, para luego mirarla con su sádica sonrisa.

Kuroko's sister. ♚ Akashi SeijuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora