-No la vuelvas a tocar. Ni siquiera se te ocurra mirarla a los ojos. Kuroko Tsuki es mía. Solo mía. -le dijo al chico con una voz grave y neutral.
El pobre chico asintió con miedo y dejó de estar acorralado.
Akashi había visto como ese chico se acercaba a Tsuki con tanta confianza que quiso matarlo a golpes ahí mismo, pero no pudo. El chico la tomaba de las manos y le decía algo que hacía que Tsuki sonriera abiertamente.
Eso sin duda, lo irritó y enojó.
Tsuki solo debía sonreír para él y solo por su causa, no podía dejar que un chico cualquiera enamorara a Tsuki. Tsuki solo era suya, de nadie más.
Y todo aquel que diga lo contrario, terminara muerto.
Cuando el chico quedó solo, Akashi se encargó de acorralarlo y decirle unas cuantas cosas que dejaron al pobre chico asustado. Pero se lo merecía, observaba mucho a Tsuki, cuando ella era solo de él.
Nadie que no fuera Akashi tenía derecho a observarla.
El pelirrojo observado al chico castaño alejarse corriendo, tropezándose con sus propios pies y rió en voz baja, con una voz casi enfermiza. Apoyó su frente contra la pared y siguió riendo en voz baja.
No importaba cuanto le costase, todos iban a saber que Kuroko Tsuki era suya.
Dejó de reír al recordar que se había ido sola, y de pronto, se asusto. Como si tan solo la idea de verla con otro chico tomados de la mano le asustara y odiara a la vez. Corrió hacia la dirección que vio a la pequeña Tsuki irse, corrió muchas calles, incluso, tropezó con muchas personas. No se disculpo, solo siguió corriendo.
Suspiro en paz y dejó de correr al ver una cabellera celeste corta en una banca, leyendo un libro. Akashi siempre supo que Tsuki amaba leer libros, por lo que aprovechaba eso antes para hablar con ella y que ella le regalara una de sus bellas sonrisa.
-Hola, Tsuki. -le dijo sentándose a su lado.
Ella pegó un salto, luego se giró a mirarlo y sonrió. Akashi sintió como su corazón se derretía al verla así de adorable; con las mejillas rojizas al igual que su nariz y una bufanda a su alrededor, además de esa hermosa sonrisa que le dedico.
Sí, Tsuki solo le debía dedicar sonrisas a él. Solo a él.
-Hola, Akashi. -le dijo con suavidad. Akashi se quedo observándola.
- ¿Qué estas haciendo por aquí? -le preguntó a Tsuki.
Akashi no le iba a decir por nada en el mundo que la estuvo siguiendo desde que salió de su casa. Si le decía eso, Tsuki podría enojarse y nunca hablarle. Y él no quería eso.
-Venía a comprar cosas para la casa, y aproveche de comprarme un libro. -respondió con voz calmada y acariciando suavemente la portada del libro.
Akashi sintió envidia de ese libro. El cariño de Tsuki debía ser solo para él, pero dejó de pensar en eso, ladeó la cabeza y vio algunas bolsas que dentro tenían muchas cosas para la casa. Sonrió cuando se le ocurrió una idea perfecta.
-Te acompaño a tu casa, Tsuki. -farfullo levantándose.
Ella ladeo la cabeza y lo miró confundida, como si no lograra entender.
-Per---
-No puedo dejar que vayas sola a tu casa, a Kuroko no le gustaría eso. -se excuso, aunque era para estar más tiempo con ella y asegurarse que ningún chico se le acercara.
Tsuki le agradeció, guardó su libro y se levantó para empezar a caminar junto a él. Akashi la observaba, mirando como el viento hacía levantar su corto cabello y ella lo arreglaba avergonzada.
Oh...Cuanto la había extrañado...
Sintió un dolor en su pecho cuando pensó en los años que no la había visto. La había extrañado tanto, que casi no dejaba de preguntar a Kuroko por ella, siendo observado algunas veces por los demás chicos. No le importo eso, solo quería noticias de su Tsuki.
Y verla ahí, tan poco cambiada fue realmente sorprendente, tanto que se quedo en shock y empezó a tartamudear. Era sorprendente verla de un día a otro, después de muchos años. ¿Por qué no les había dicho Kuroko sobre la llegada de ella?, sera...¿por qué supo que tenía un pequeña -gran- obsesión hacia su hermana?
Con solo pensarlo, lo hacía estremecer del nerviosismo.
Pero no debía pensar en eso, Tsuki estaba ahí, a su lado.
Ahora que Tsuki había regresado, por nada y por nadie del mundo la iba a dejar otra vez. Tampoco iba a dejar que se fuera. Tsuki era suya. Solo suya.
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Kuroko's sister. ♚ Akashi Seijuro
Fanfic»-Yo soy tú superior, yo soy el emperador, yo siempre ganaré. Yo doy las ordenes y tú las obedeces.« ➳Prohibida su copia y/o adaptación.