Sensación 1

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Despierto en mitad de la noche sudando abundantemente y respirando de manera bastante agitada. Las sombras se esparcen por mi habitación, haciendo contraste con los pequeños rayos de luz que se filtran por la rendijas de la persiana. La cama está revuelta y las sabanas sueltas, se nota que he tenido un sueño desasosegante.

No obstante, estoy mojada y me siento excitada. Una imagen se filtra entre mis párpados cansados, tú estás en ella. Tú y tu manera de besarme tortuosamente haciendo que mis tetas se refriegen contra tu pecho, lo cuál me excita todavía más. Pienso en ti, en como tus brazos fuertes me oprimen contra ti, en como tu boca me besa y tu lengua viola la inviolabilidad de mi ser.

Ahora estoy todavía más excitada y con más ganas de ti. Pero sé que no puedo contar contigo ahora, porque estás con tu nena. Recuerdo cuando yo era tu nena, la única en tu vida y en tu cama.

Ahora comparto la primera y la segunda, con una muñeca que no puede hacerte totalmente feliz. Una barbie que no te conoce y no conoce tus necesidades en la cama, pero a la que dices estimar y querer. Y aún así siempre vuelves a mí. Tú sabes que vas volver y yo sé que volverás, y te lo permito porque llegas a lo más fondo de mi ser cada vez que nos vemos.

Te echo en falta ahora mismo y, por otra parte, no. Se lo que haríamos si estuvieras aquí, pero también se que a veces lo mejor es cuando yo misma me descubro y llego tan solo conmigo y mis habilidades.

Suspiro. Me tumbo relajando mi cuerpo. Mi mano traza círculos en mi tripa y baja hasta mis bragitas, llegando a rozar su goma.

Me estiro, todavía realizando trazos redondos en mi barriga y presiono con mi mano, por encima de las bragas, mi monte de Venus.

El tejido, ya mojado, se empapa todavía más en mi intensa humedad y no puedo evitar que un gemido salga de lo profundo de mi garganta. Me muerdo los labios, estoy mucho más excitada de lo que en un principio llegue a imaginar.

Recordarte me ha puesto en un punto de casi no retorno y es por eso que cuando hundo un dedo en mi caliente humedad un jadeo profundo sale de mí, sin que pueda hacer nada para evitarlo.

Se siente bien. Imagino que tú estás aquí, que eres tú quien me ha despertado en mitad de la noche para hacer de las tuyas. Y que ahora eres tú, o mejor dicho, son tus dedos lo que entran y salen de mi interior. Me susurras al oído lo mucho que me necesitas y lo mucho que te gusto, como haces casi siempre que nos vemos.

Ahora son tus dedos los que se sumergen en mi río de lava ardiente y sois tú y tus palabras los que motiváis mi río, mi humedad, mi libido...

Te pienso, te miro, te conozco, te siento...

Todo tú estás ahora conmigo, aunque el verdadero esté a kilómetros de distancia.

Ya no importa ella, ya no importan nuestras diferencias... Ahora solo importo yo, ahora solo te centras en mi y en mis necesidades.

En mi humedad, en mi necesidad y en mi futuro estado de éxtasis...
Los dedos entran y salen de mi vagina, pero para mí ya no son dedos. En algún momento se convirtieron en algo más, se convirtieron en ti, en tu miembro erecto en mí.

El placer se siente cerca. Siento que subo a una nube placentera en la que el placer lo es todo.

Respiro con dificultad y estoy a un paso del Edén. Tu polla entra y sale de mi vagina, y ya casi no puedo aguantar más. Muerdo mis labios intentando retener este momento, retener el placer, retener tu imagen metiéndome-La y llevándome a lo más alto.

Pero no todo es eterno y el placer menos. Lo suelto. Millones de minúsculas sensaciones indescriptibles se apoderan de mí. Los músculos quedan ahora fofos por la tensión recién liberada y mi cuerpo vacío.

La experiencia ha sido tan extrasensorial que mis músculos están relajados y tengo la sensación de que diminutas hormigas los recorren.

Estoy tan relajada y sin estrés que el sueño que hasta ese momento se negaba a venir a mí, viene ahora de sopetón y como si llevara días sin dormir.

Mis párpados se cierran lentamente y mi respiración se normaliza. Mi último pensamiento de la noche va dirigido a kilómetros de distancia, donde tú moras, probablemente durmiendo con tu barbie...

Te hubiera gustado ver esto.

SashaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora