Buscando la verdad

Capitulo 1

Hay dos maneras naturales para que se apague una vela. Una que sea cabe la cera y, la otra, que se termine el oxigeno; hay otras muchas pero no vienen ahora a cuento.

¿Me preguntas que voy a hacer? Es muy fácil, cruzaré la línea y empezaré de nuevo ¡Así de sencillo!

-Padre- hice una pausa- Madre- grité en la oscuridad- Papá, mamá, ya estoy aquí.

Es todo oscuro, negro, negro. No veo nada, no siento mi cuerpo. No se si estoy de pie o acostado. No escucho nada, nada de nada. Abría que esperar, esperaré. No tengo prisa pero quiero, necesito una respuesta. Ansió en mi desconocimiento la respuesta que busco.

Intento andar pero no noto mi avance. No se si estoy en una habitación o en una cama de hospital. Tal vez, busque la respuesta más sencilla: Estas soñando y cuando despiertes reirás y reirás e incluso años después, en las comidas, en las cenas, en las reuniones con amigos o familiares te hará gracia estos miedos que empiezan a florar en la ansiedad de tu ser.

El despertador sonará, tiene que sonar, tengo el deber, la obligación de ir a trabajar, pero no lo hago por ello. Quiero abrirlos ojos, incorporarme y no recordar nada de todo esto.

¿Hoy es sábado o lunes? No lo se. Me estoy liando, se abruma mi cerebro o yo que sé. Grito o creo que grito desesperado para que alguien o algo me ayude, me ilumine a salir de este embrollo.

Continuo en la incertidumbre de lo desconocido. Intento recordar que hice antes de estar aquí. Que demonios me ha ocurrido para decidir este camino que ahora no quiero. Y para colmo creo que no hay vuelta de hoja...