Marie ||Harry Styles||

Capítulo 5: Haré del infierno un lugar para los dos.

Mis ojos se abrían lentamente y entre parpadeos, la claridad del lugar en donde me encontraba se hacía presente.

Como flashes; venían a mí los recuerdos.

Escape.

Hotel.

Yo en casa de Harry.

La llamada y en ella el accidente...

Intenté levantarme, pero mi cuerpo estaba muy débil para sostenerme. Me sentía muy débil y una extraña sensación se apoderó de mis emociones, no llegué a descifrarla pero me dispuse a indagar. Observé los alrededores, era una habitación pequeña con las paredes color marfil, el olor y la manera en que estaba arreglada me llevó a la conclusión de que se trataba de una habitación masculina.

Tardé un rato en reponer mis fuerzas y cuando por fin lo hice, me levanté de la cama en donde estuve acostada por no sé cuánto tiempo.

La puerta se encontraba entreabierta así que sin problemas llegué a lo que parecía ser la sala. Reconocí el entorno cálido del lugar; me encontraba en casa de Harry. Un grito desgarrador proveniente de algún cuarto cerca me sacó alterada de mis pensamientos. Corrí guiándome por aquellos chillidos y llegué a la cocina.

La imagen al frente mío era aterradora. Mi hermano apuñalaba a mi madre quién estaba ya en el piso con el cuerpo ensangrentado y se hallaba inconsciente, él reía enajenado y los escalofríos no tardaron ni un segundo en aparecer, corrientes de pavor recorrían mi cuerpo causándome aún más temor del que ya sentía y podía escuchar mi corazón latir fuerte contra mis costillas.

Mis ojos se abrieron abruptamente de golpe y mi respiración era agitada, tenía a Harry al frente mío.

–Tranquila soy yo, soy Harry, mírame. —Sentí como mis ojos empezaban a aguarse al recordar aquella terrible pesadilla, una pena inmensa se apoderó de mis emociones al recordar a mi madre en el piso, ensangrentada y a mi hermano apuñalándola mientras reía desquiciado. Recordé aquella llamada y me levanté desesperada pestañeando repetidas veces para evitar soltar alguna lágrima.

–Debo irme —La observé allí atrás, ella contemplaba alerta cada uno de mis movimientos. –Lamento haberlos molestado, no volverá a ocurrir. — Miré a Harry mientras decía las últimas palabras, él solo apretó los labios.

– ¿Estás mejor? — Preguntó pareciendo molesto mientras pasaba unos dedos por su cabello.

–Perfecta. — Hice un intento para sonreír, más bien me salió como una mueca. Fui hacía mi morral y me lo colgué en un hombro.

–Yo... No creo que estés bien, te podemos llev...

– ¡Estoy perfecta! ¿¡No me ves!? —Refuté irritada. Me observó con algo de... ¿Lastima?

–Lo siento por meterme, pero creo que Edward tiene razón. Te acabas de desmayar y sería buena idea que ambos te llev...

¿Levarme ellos dos juntos a mí? Jamás en sus vidas.

Antes de dejarla terminar di media vuelta y me retiré, no sin antes dedicarle una mirada desdeñable. Edward, claro. No podía negar que la forma cómo lo llamó me puso los vellos de punta, por alguna razón extraña.

Oí la voz de Harry llamándome pero hice caso omiso y seguí caminando por la vereda. Con algo de miedo por lo que pueda encontrarme.

Y era increíble cómo tan rápido pasaba de estar tan apenada a enojada. Y de enojada a apenada nuevamente.