En la vida siempre hay problemas

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Dannia estaba segura de algo, "no había conseguido la entrevista.
Estaba muy triste y decepcionada, estuvo a punto de gritar y golpear todo aquello que se le ocurría, pero se contuvo. En la vida de Dannia nunca fue una opción mostrar sus emociones, las guardaba solo para ella y las cargaba con tanta facilidad que daba la falsa impresión de que estas fueran muy livianas .Sin embargo era una chica muy fuerte.
Aquella mañana , despertó muy seria como cualquier otra, pero a diferencia de lo común, ese día no pudo escribir en su diario, este había desaparecido, muy asustada busco y observó toda la habitación, pero por alguna extraña razón no estaba. Dannia se preocupo bastante, ahí había guardado su mas oscuro secreto, el era el único testigo de su locura, y si alguien revelaba lo que en el estaba escrito, seria condenada a vivir el resto de sus días en el manicomio. Aunque pensándolo bien, se dio cuenta de que viviendo dentro o fuera del manicomio, su vida siempre seria miserable, por lo que decidió no preocuparse mas, al menos no por aquel momento.

Javier despertó en la sala de su casa, ya había amanecido, y tal parecía que su familia no había dormido en casa aquella noche, él estaba un poco decepcionado, tenía tantas ganas de comentarle a su esposa sobre el ascenso que Jacob le había asignado.
Se levanto muy rápidamente, y sintió un fuerte dolor de cabeza, era un dolor insoportable, aun así se arreglo para ir a trabajar, nunca había faltado a su trabajo, y aquel día no seria la excepción.
Salio de su casa muy puntual, aunque todo se veía muy extraño , como si no fuera el mismo lugar. De momento Javier sintió un terrible mareo y no pudo mantenerse de pie, cayó al suelo sin conocimiento.
Cuando despertó se encontraba en una clínica , su esposa y sus hijas estaban a su lado, trato levantarse, pero sintió que hiba a volver a desmayarse, así que no lo volvió a intentar, un momento después se acerco un enfermero, quien dijo amablemente.
-Señor, que alivio, ya se encuentra mucho mejor, ha sufrido de un pequeño síncope, que lo mantuvo inconsciente durante un lapso de veinticuatro minutos, pero no se preocupe, al parecer no es nada grave, solo un poco de estrés, tal parece que ha sobre esforzado a su cuerpo con exceso de trabajo, por lo que el doctor ha recomendado que descanse algunos días.
Javier quedo pálido, parecía asustado, no podía faltar a su trabajo, estaba tan cerca de convertirse en alguien importante, ¿porque el cuerpo le había fallado justamente en aquel momento?
-No señor, yo no puedo faltar a mi trabajo, para eso vivo, y seria deshonrar mi nombre - dijo Javier , como si realmente se tratara de algo grave.
-Pero señor, no deshonrará a nadie, solo serán unos días.
Javier nunca estuvo convencido, sin embargo tuvo que acceder, por instrucción medica y porque su esposa se lo pidió, muy amablemente. Ella siempre fue lo mas importante de su vida.

Walter llego a krytz, un café muy importante de la ciudad, en donde había quedado de verse con Alexander.
Cuando llegó, él ya lo estaba esperando.
- Walter, que sorpresa, hace tanto que no nos veíamos
- Mucho gusto Alexander.
- ¿Como estas?
- Pues aun no asimilo las cosas del todo - dijo Walter refiriéndose a la muerte de su esposa.
- O Walter, se lo complicado que es perder a un ser querido, pero aveces las personas siguen viviendo, aun cuando su pulso diga lo contrario, lo que intento decir, es que un corazón no muere cuando deja de latir, algunos mueren antes y otros después, pero ten por seguro que este siempre vive en la memoria de algún ser querido y en el recuerdo de muchos otros.
- Todos dicen lo mismo Alexander, pero su ausencia me mata, la extraño tanto, simplemente quiero verla una ultima vez, quiero pedirle perdón por todas las cosas que alguna vez le dije, agradecerle por esos magníficos momentos que pase a su lado, y sobre todo, decirle por ultima vez que la amo.
Los ojos de Walter se llenaron de lágrimas, pero contuvo su llanto, no quería que Alexander fuera espectador de un espectáculo tan vergonsozo. Así que decidieron entrar al café para conversar.
- y entonces, ¿para que dices que nos necesita Jacob? - preguntó Walter
- quiere que lo acompañemos a ver un manicomio que quiere comprar, todo ya esta arreglado, inclusive ya hay un joven que nos llevará a dar el recorrido.
- entonces iremos a acompañarlo para que decida si lo comprara ¿no es así?
- así es Walter, lo único que quiere es nuestra ayuda.
- entonces avisarle a Jacob que asistiré con mucho gusto.
- gracias Walter, entonces nos vemos ese día
- de acuerdo, hasta ese día
Los dos se despidieron amablemente, Alexander se acerco a pagar la cuenta y Walter salio camino a su casa, lo único que deseaba era olvidarlo todo.
Pero al menos estaba feliz de poder reencontrarse con dos de sus mas grandes amigo de la juventud, Alexander y Jacob.

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