Solía decir que siempre habría alguien,
donde fuese, y como fuera,
yo solía pensar que ese alguien sería él,
la culpa no fue suya sino mía
por darle a mi alma absurdas ilusiones,
por creer que podría observar eternamente sus ojos,
esa debe será la razón por la cual ahora
camino solitariamente en los lugares
en los que alguna vez me acompaño,
ver las calles con tristeza cuando
antes fueron el lugar perfecto para las carcajadas,
mirar con ambigüedad a mis alrededores
y beber con amargura lo que pudo ser un brindis,
debe ser esa la razón de tanta soledad
y de tanta tristeza
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Ágape
ŞiirEntre días de lágrimas y sonrisas los versos nacen para ser olvidados o plasmados en algún lugar. Sabrán las palabras cuantas lágrimas han bañado las líneas en las que hoy se posan y cuantos puntos finales no tuvieron final feliz.