nueve

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5 de Noviembre, Carolina del Norte.






 


Narrador omnisciente





 
El detective Holland iba de aquí para allá tratando de entender este nuevo caso. Estaba tan metido en sus pensamientos que ni siquiera noto cuando llegaron sus compañeros.



 

– ¡Hey Holland! ¿Estas aquí? –todos rieron y el salió de su trance.




 –Si–contesto distraído igualmente mientras miraba los papeles que estaban sobre la mesa. Tenía el ceño fruncido y sus compañeros lo notaron.



 – ¿Qué es lo que te tiene así, Kenny? –pregunto Brad, el más chico de todos.



 –Pues que va a ser. El caso de Cameron Dallas–suspiró–Sinceramente no sé por donde empezar, es todo muy confuso. Toda la información apunta a que era un buen chico que se sacrificaba por el bienestar de su familia pero luego lo encuentras con un disparo directo al corazón, claramente es algo más andaba, es muy raro.


 Sus amigos y colegas asintieron. Estaban enterados del caso, puesto a que en ese pueblo no había asesinatos hace como 10 años y el de Cameron Dallas era algo que sabia todo el mundo.  Algunos formaban parte del caso también.



 
– ¿Y qué es lo que piensas?



 
Holland al ver el interés de sus amigos, se entusiasmó. Iba a contarles todo y ver si así podían hacer algo entre todos. Muchas mentes son mejores que una.
Abrió el folio donde estaba toda la información sobre Cameron Dallas y su familia y comenzó a hablar.



 
–Su padre murió hace ya dos años, y el pobre chico tiene una madre rarísima. La primera vez que la vi fue para comunicarle que su hijo estaba muerto y la mujer me miraba provocativamente–los presentes asombrados, rieron un poco– Tiene una hermana que me resulta bastante sospechosa, piensa mucho sus respuestas y parece estar siempre perdida. Y su único mejor amigo tiene cargos en la policía por vandalismo, robos menores y agresión contra oficiales.




 – ¿Algún sospechoso? –preguntó nuevamente Brad.




 –No aun. Pero lo que sí es sospechoso es que su madre lo dejara salir a donde se le antojara y sin siquiera decir a donde iba, siendo menor de edad. Cuando les pregunte a ella y su hija porque habían tardado tanto en hacer la denuncia solo respondieron que él siempre se iba de su casa y no volvía por días a veces. A ver, que no es normal eso. Es obvio que este muchacho andaba en algo raro y ni siquiera su familia lo sabe.



– ¿Se sabe de qué murió el padre? –Holland rebusco entre los papeles aquella información.



 –Murió desangrado debido a un corte que tuvo con una maquina en su trabajo. Estaba solo y nadie pudo ayudarlo. Eso es lo que dice la autopsia–miro atentamente los papeles– Lo que es raro es que no diga el día. Se les debe haber pasado.



 – ¿Hay alguna forma de vincular ambas muertes?



 –No por ahora. El perfil de su padre lo hace ver como un hombre común y corriente, no tenía antecedentes graves pero estuvo en una gran pelea en la calle una vez. La persona con quien peleaba, desapareció de la escena antes de que los oficiales llegaran y él no dio información.



 – ¿Enemigos del chico?


–Según su hermana menor, ninguno. Pero no creo que ella sepa algo de verdad sobre la vida de su hermano. Lo tenía como que era mejor de todos, pero es obvio que andaba en cosas raras  y ella no lo sabe o finge no saberlo. La verdad me resulta bastante sospechosa. Su madre no, se nota que es solo una mujer a la que no le interesan sus hijos.




– ¿Y que harás con la menor? –Holland pensó un rato y decidió que rumbo iba a tomar el caso.




–Nos vamos a poner las pilas. Voy a mandar a dos agentes a que mantengan vigilada a Scarlett Dallas durante las próximas semanas. Quiero saber a qué hora sale, a donde va, con quien y a qué hora vuelve.

The mystery | h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora