[KyuMin] Only You [Terminado]

Parte 5

Caminó hacia la puerta abanicando con sus manos intentando desaparecer los rastros del llanto, suspiró y abrió la puerta.

Su sorpresa fue grande cuando vio al profesor de su hijo, de pie frente a la puerta.

-profesor Cho!

-hola señor Lee... lamento visitarlo a esta hora.

-no se preocupe- intentó sonreír.- usted es bienvenido a mi casa, pase.

SungMin se hizo a un lado dejando entrar a Kyu, cerró la puerta y notó que traía algunas bolsas en las manos.

-traje la cena, espero que no le moleste...

-no hay problema...-susurró Min.

-qué demonios le pasó a su mano?-dijo Kyu en cuanto notó la sangre.

-fue sólo un corte.

Kyu tomó la mano de Min y lo llevó directo a la cocina donde dejó las bolsas sobre una mesa, y continuó hasta la llave de agua, acercó a Min y lavó la herida.

-bien, no es tan malo.

-se lo dije

-pero debió doler o no habría llorado.

-qué?- Min se sorprendió, si bien no era muy bueno ocultándolo no creyó que lo diría.

-sus ojos y nariz están irritados por el llanto, es obvio que ha estado llorando.

Estuvo a nada de responder un grosero "no es de su incumbencia" pero no pudo.

-a veces es bueno llorar, señor Lee, es una manera de quitar el estrés... muchas personas lo hacen, escuchan música, corren, golpean sacos de arena, lloran, gritan, ríen o tienen sexo.

SungMin no pudo evitar sonrojarse ante lo último, no quería parecer tan virginal ante el profesor pero sólo había estado una vez con un hombre por lo que el tema le era un poco vergonzoso, más al ser dicho por un hombre tan apuesto que sostenía su mano.

-tiene botiquín?

-lo tengo...- señaló Min un cajón que Kyu abrió enseguida, tomó un poco de alcohol y algodón.

-esto dolerá un poco- dijo a Min antes de pasar el algodón empapado sobre la herida.

-aahh-gimió suave ante el dolor- duele-susurró llevando su mano libre a su boca mordiendo su mano.

Aquello no ayudaba mucho a KyuHyun, esos suaves sonidos eran distorsionados por su mente jugándole mal y afectando a cierta parte de su cuerpo. Intentó esfumar esos pensamientos mientras colocaba una bandita sobre la herida.