Risky and boundless

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Todo ya estaba listo en la madriguera Weasley para celebrar el matrimonio de Fleur Delacour y Bill Weasley, la familia se encontraba feliz y todos corrían de un lado a otro perfeccionando cada pequeño detalle ya que esta noche sería perfecta y nada ni nadie la arruinaría, o eso pensaban.

Hermione se encontraba sentada mirando el horizonte, se sentía un aire riquísimo y el atardecer se podía presenciar, y era hermoso cada parte de ese cielo rojizo le encantaba a Hermione y pensaba en muchas cosas, pensaba en el. En cómo se encontraría en estos momentos, si estaría sufriendo y miles de cosas más. Cada día recordaba los momentos increíbles que pasó a su lado pero al mismo tiempo se preguntaba por qué la vida era tan injusta y no les permitía demostrarse sus sentimientos.  Pero jamás hablamos de olvidar, solo se vive con el dolor y se hace más soportable día con día, hasta que ya sea solo un recuerdo. Pero el dolor jamás se irá, siempre estará presente aún en los peores momentos.

Hermione...

Me encontraba sentada observando el perfecto atardecer, cuando de pronto mis pensamientos fueron interrumpidos.

-¡Hermione!, ¡ven rápido!-escuche en el interior de la casa.

Me levante lo más rápido que pude, y me dirigí a la casa para ver lo que sucedía.

-¿Qué sucede?- pregunté exaltada cuando llegue a un lado de él.

El solo me hizo una señal para que me adentrará en la casa y lo siguiera, nos dirigimos a la sala y primeramente vi a Ron sentado en un sofá tenía una cara de asombro.

Pero claro, el motivo de la gran sorpresa era el hombre elegante que tenía unas cuantas hojas de pergamino que levitaba con su varita en mano.

-¿Qué diablos hace el ministró de magia aquí?- le susurré a Harry pero el tan caballeroso me ignoro. Así que decidí sentarme junto a Ron.

El ministró solo nos dedico una sonrisa a todos, era de esas sonrisas que te hacen entender todo de manera rápida sin palabras.

-¿Eso es acaso...?- Harry no termino ya que el ministro lo interrumpió rápidamente.

-Si señor Potter, es el testamento de Albus Dumbledore.

Pasaron las horas y tenía que arreglarme para la gran celebración la señora Weasley me obsequió un lindo vestido y Ginny me ayudó a maquillarme un poco ya que yo no tenía idea de cómo usar tanta cosa en la cara.
Ya estando unos segundos más en la habitación de Ginny la puerta sonó.

-Adelante- respondí con una voz cansada.

-¿Estas lista?- me dijo Ginny muy sonriente.

-Eso creo, ¿y tú?- respondí con media sonrisa.

-Por supuesto, vamos.

Bajamos y resoplé al ver a la gente alegre, y claro que deberían de estar alegres era una gran boda y todos estaban aquí. El pasar de las horas se hizo rápidamente y me sentí aburrida, me dispuse a salir a tomar aire pero choque contra un cuerpo grande y fuerte al alzar la mirada no tenía idea de volver a encontrarme con ese ahora ya chico más varonil que me invitó al baile de Navidad en cuarto grado.

-Viktor...- pronuncie su nombre asombrada.-Yo lo siento mucho.- dije disculpándome por el choque.

-Herrmione- pronunció con tal asombro mi nombre que se podía sentir.

Take me to a better place. (Dramione) [EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora