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Me acomodé la capucha que estaba sobre mi cabeza.
Estaba en terreno peligroso. La tribu del fuego me estaba buscando. A mis cortos ocho años de edad ya había puesto un blanco sobre mi cabeza.
No era muy difícil encontrar a una niña con dos alas negras en su espalda. Por lo general las tenía guardadas, por así decirlo, bajo la piel, pero cuando las necesitaba salían a la luz.
La pequeña daga que tenía entre mis manos, era lo único que me daba un poco de seguridad. Sabía defenderme bastante bien con ella.
El ruido de mis pasos ligeros sobre la grava retumbaba en mis oídos, casi tan fuertes como los latidos de mi corazón.
Cuando ya estaba a unos buenos 10 metros de ellos me descubrieron, no podía usar las alas, así que tenía que correr como alma que lleva el demonio, lo más rápido posible, lo cual con mis piernas cortas no era mucho.
Doblaba en esquinas y daba vueltas para tratar de perder a los guardias, sus gritos se escuchaban muy cerca y eso me asusto un poco. Corrí un poco más hasta que llegue a un callejón sin salida, los guardias me habían acorralado. No tenía otra opción que pelear para salir.
Les di la cara y uno de ellos corrió hacia mi, con su espada en alto blandiendo en el aire, lista para cortarme a la mitad.
La esquive por los pelos. En fuerza me ganaban, y también en número. Como pretendían que una pequeña de 8 años peleará con unos 3 guardias de aparentemente 29 años.
Corrí hacia ellos y me deslice en el piso por debajo de sus piernas, con el camino libre estaba a punto de salir corriendo, pero uno de ellos me tomo del cabello con fuerza y me levantó hasta que mis pies dejaron de sentir el suelo debajo de ellos.
Su espada se acercó a mí cuello y yo ya veía el fin. Traté de alcanzar la daga que tenia en el calcetín pero no lograba llegar a ella. El guardia estaba a punto de cortar mi garganta, pero una voz lo impidió.
-¿Que significa todo esto!?- levante la mirada para encontrarme con un hombre ya adulto, parecía de cincuenta. Lo identifique como Son Mundok, general de la tribu del viento.
- Son Mundok, esta sabandija es una pequeña ladrona que merece morir.- El agarre del sujeto en mi cabello se hizo más fuerte y chille con dolor.
-¿Que ah robado? ¿Joyas, oro, diamantes?- sus ojos azules clavaban dagas en el sujeto que aún no me soltaba, lágrimas de dolor se estaba deslizando por mi cara sin que yo pudiera evitarlas.
- Robó un pedazo de pan señor- Respondió, los otros dos se mantuvieron callados.
- Yo me llevaré a esta niña para darle su merecido- dijo, su voz tan grave y aterradora que prefería quedarme con el guardia antes que irme con el.
El guardia me soltó y caí al suelo con un ruido sordo. El dolor en mi cuero cabelludo había cesado un poco pero la sensación tirante seguía allí. Mundok me tomo del brazo y me llevo caminando, o mejor dicho arrastrando hasta un caballo que estaba esperando en la entrada de la aldea.
Debió notar que estaba asustada y nerviosa, probablemente era capaz de escuchar mi pulso cardíaco.
- No te preocupes. No hay nada que temer. No voy a hacerte daño. - se agachó hasta mi altura, posó su mano en mi hombro y me sonrió.- Por que no te vienes conmigo a la tribu del Viento?. Tengo otro niño viviendo conmigo, se llama Hak, de seguro se llevarán bien.- la hospitalidad de sus ojos me hizo querer llorar de nuevo.
Ese fue el día en el cual encontré mi verdadero hogar.
8 años después.
Yona estaba parada frente al espejo inspeccionando su aspecto.
- Princesa Yona se ve hermosa, no tiene nada de que preocuparse- dije mientras la sirvienta asentía con la cabeza.
- Esto no está bien, donde puse ese calico?- Contradijo ella.
Yona dejo la ropa que tenía en las manos y se dispuso a salir por la puerta, pero el Rey Il se lo impidió.
- Padre!- exclamó ella.- ¿ Que pasó con la ceremonia?
- Como podrás ver, ya concluyo- Dijo el sonriendo, como lo hacía casi siempre, hasta ahora no lo había visto gritarle a Yona, o negarle algo.

- No puede ser! Lo lamento tanto...- el rey simplemente río un poquito.

- No te preocupes Yona, era una formalidad, no necesitabas estar presente.-
- Hey padre... ¿Mi cabello no es extraño?- Aguante la risa como pude, Yona siempre se quejaba de su cabello y yo como buena amiga la escuchaba.
Mundok se la pasaba entrenadonos a mi y a Hak cuando éramos niños. Con el tiempo crecimos para ser los guardaespaldas de Yona y no es por presumir, pero por alguna razón Yona parecía querer ser amiga mía a toda costa, de pequeñas siempre la rechazaba ganandome millones de regaños del viejo. Hasta que un día acepte.
-Claro que no Yona, no hay joya que se compare a tu belleza...-
- Claro que mi cara lo es... Me encuentro a mi misma bastante linda para ser honesta, pero... Mi cabello... ¿Por que es tan rojo y ondulado? No se queda quieto. ¿No es tan malo verdad ___(Tn)?- Estaba realmente preocupada por su cabello, por lo general se quejaba pero no tanto.
- A mi me gusta, el color rojo es lindo. Además está bien cuidado, te envidio un poco. No hay nada de malo con tu cabello Yona, todo lo contrario. - Ella me sonrió aliviada.
-Si, por supuesto. - Dijo Hak que había estado callado durante todo el rato. - Rey Il ¿Quien podría decir tales cosas de la princesa Yona? Si me permite decirlo creo que lo que está mal es su cerebro - y ahí sí que no pude contener la carcajada. De verdad amaba a esos dos idiotas.
- Silencio sirviente. - La irritación en la cara de Yona era evidente, la vena de su frente se había marcado, mientras comenzó a tirarle con cualquier cosa que encontraba. - Padre! Haz algo! Tiene una terrible actitud!.
- No digas eso, Hak es tu amigo de la infancia al igual que ___(Tn). Además el es uno de los cinco generales, jefe de la...- Yona lo interrumpió de nuevo.
- No me importa quiero un protector más amable, otro como ___(tn).
- Me hace feliz escuchar eso princesa Yona.- dije mientras le lanzaba una manzana a la cabeza a Hak, el no pudo de detenerla a tiempo. - Y tu, no seas malo con Yona.
- Hablando de amable, no deberías ir a prepararte? Escuché que Soo-Won llego. - Dijo mientras se masajeaba el lugar donde la manzana había aterrizado.
- ¿Por que no me lo dijiste antes?- dijo mientras salía de la habitación con la sirvienta pisando sus talones.

- Voy tras Yona, me aseguraré que no cause problemas.- informe mientras pegaba un salto de la mesa en la cual estaba sentada, un mal hábito que jamás se me iría, ni aunque estuviera en el mismísimo castillo de Kouka
Cuando llegué hasta donde estaba Yona, la vi hablando con Soo-Won. Demonios como apreciaba a ese muchacho. Además sabía lo que Yona sentía por el y me daba una ternura como se veían juntos
- Hola Lord Soo-won.- Saludé con una reverencia, sabía mi lugar, además de que la cara que ponía cuando lo trataba formalmente me causaba mucha gracia.
- Huh? ___(Tn)! Te he dicho millones de veces que sólo me llames Soo-Won.- dijo, con su particular expresión, solté una pequeña risa por lo bajo, y mis ojos recayeron en Yona, no estaba muy feliz de que hubiera interrumpido su reencuentro con su amado, pero Soo-Won era de mis mejores amigos también.
- Lo siento Soo. Como has estado? Ha pasado tiempo.- Solía llamarlo así cuando éramos pequeños, la nostalgia estaba haciendo estragos en mi últimamente.

- Bastante bien, no tienes idea de cuánto los extraño a los tres. - Sonrió mientras acarició la cabeza de Yona, parecía más su madre que su futuro esposo. - Donde están Hak y el Rey Il? Debo ir a saludarlos- Soo dio vuelta por el pasillo en busca de el Rey Il.
Escuché un quejido por parte de Yona y me di vuelta para mirarla, tenía ganas de llorar y podía notarlo muy bien.
- Soo-Won, me trata como una niña, a pesar de que use las mejores cremas y perfumes.-
Me acerqué hasta donde estaba ella y la abrace, siempre traté de hacerla sentir mejor, era obvio que le afectaba bastante el hecho de que Soo no la viera de la manera que ella quería.
- Que desperdicio.- Hak apareció de la nada, arruinando en momento, me separé de Yona y me acerque a él, le de un buen golpe,mientras le sonreía.
- Que desperdicio, una cara tan bonita para una persona tan mala. - Hak se sorprendió por un momento pero volvió a la normalidad al cabo de nada.
- Así que admites que soy bonito?- una sonrisa coqueta se poso en sus labios. Demonios, me dio vuelta el juego
Me di vuelta para ir tras Yona que había ido a Dios sabe donde, a lo lejos pude escuchar la carcajada de Hak. Maldito egocéntrico.
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Hasta aquí el capítulo uno, espero que les guste :D

|PAUSADA| Kokuryuu ||Akatsuki No Yona X Tu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora