|PAUSADA| Kokuryuu ||Akatsuki No Yona X Tu||

#8

Me desperté por el sonido cortante del cuchillo contra la madera
Estaba más cansada que cuando me acosté. Abrí los ojos y me levante lentamente, desperezándome un poco en el camino, y arrepintiéndome de hacerlo porque en cuanto lo hice, el dolor y los huesos tronando fue casi insoportable. Creo que sonaron tan alto que hasta Yoon lo notó por que giro su cabeza hacia mi, olvidándose por completo de las naranjas que estaba cortando.
- Buenos días. - Dije, frotando mis ojos, tratando de ahuyentar un poco el sueño.
- ¿Te sientes bien?- Me preguntó. - Ahora revisaré tus vendas, pero primero le daré esto a tu amiga.
Yoon se acercó a Yona, la cual estaba recostada en el suelo al lado mio, y comenzó a exprimir las naranjas que había cortado antes en su boca.
- Me siento mejor, no te preocupes. - le sonreí
Con cuidado retire la venda de mi homrbo. Los puntos que Yoon había hecho fueron de mucha ayuda. Moví un poco las alas en su escondite y sentí el crujir de los pequeños fragmentos de huesos. El dolor se clavó como miles de agujas en mi espalda e hizo que mi cuerpo se contrajera en agonía. Un pequeño gruñido se escapo de mi boca.
- Hey, no te muevas, arruinarás mi trabajo. - Yoon parecía molesto. Y obviamente que los estaba. Ya estaba comenzando a entender a ese Tsundere. Estiro su brazo hasta mi y me empujó levemente por el hombro bueno para recostarme.
No pude contener la risita en vos baja. Yoon siguio exprimiendo las naranjas en la boca de Yona. La cual poco a poco recobro el reconocimiento.
Casi me abalanzó sobre ella para asegurarme que estuviera bien si no fuera por que cuando intenté levantarme no lo logré por el ardor en mi estomago del corte de la espada.
- Veo que despertaste. Que bueno, mis manos se estaban cansando. - Sip, definitivamente Yoon era un pequeño Tsun-Tsun.
-¿Quien eres?- pregunto Yona tratando de hablar con el pedazo de naranja que Yoon introdujo en su boca.
-Soy Yoon, soy un chico apuesto qué pasaba por ahí .
   Con esfuerzo me arrastré con manos y pies hasta donde Yona estaba acostada.
-¡Me alegro tanto de que estés bien Yona!- dije, con un poco de esfuerzo sus ojos enfocaron mi cara, abriéndose aún más cuando vio el estado en el que estaba. Sin decir palabra sus brazos me atrajeron hasta su cuerpo y me apretó contra su cuerpo.
-Que alivio...- susurró.
-Toma más que sólo unos rasguños para detenerme- Dije señalándome con confianza.
-Si, si llamas a 2 puñaladas, tres vértebras rotas,, una contusión en la cabeza 4 costillas destrozadas y moretones en todo el cuerpo como "solo unos rasguños"- dijo Yoon, haciendo comillas con sus dedos para hacer entender la seriedad de mi estado. - si te encontraba tan solo un momento más tarde tu y el chico hubieran muerto.
   Algo en mi pecho se agitó con ternura por la preocupación de Yoon, le importaba un poco aunque sea, la sangre subió hasta mis mejillas. Al escucharlo la expresión de Yona se oscureció y apretó los puños.
- Tranquila, estoy bien, ya me siento mejor, por ahora hay cosas más importantes de las que preocuparnos- la imagen de Hak herido llegó a mi mente.
- De cualquier manera, ¿Quiénes son ustedes?- habló Yoon mientras comenzaba a preparar una mezcla que parecía medicina- No parecen ser bandidos, pero no son personas normales si siguen vivos después de haber caído de ese acantilado.-
-¿Acantilado...?- Yona tomo su cabeza con dolor- Es cierto... Nosotros...¡Hak!- su cuerpo se levantó bruscamente- ¿Donde está!?- Mi corazoncito no podía soportar su expresión de dolor, aparte la mirada.
-Tranquila, está por allí, sigue respirando si eso te preocupa- Dijo Yoon, mientras señalaba el cuerpo de Hak con una mano.
Estaba acostado y cubierto de vendajes, al ver esto los ojos de Yona se llenaron de lágrimas y fue a su lado.
-Hak...- su nombre salió de mis labios con un suspiro adolorido.
-Pude encargarme del veneno que tenía en sangre, pero el corte de espada, los golpes y las costillas rotas que causaron sangrado interno tardarán en sanar.- Yoon hablo.-tienen suerte de que los árboles amortiguaran su caída.
   Yona junto a las manos rezando porque Hak rápido.
-Ese chico pasó mucho por ti, cuándo los encontramos te estaba abrazando, seguramente protegiendote del golpe-corto el silencio Yoon.- ¿Son amantes?- Mi corazón se detuvo por un momento ante la idea
-Nop, para nada- la cara de Yoon expresaba pena por Hak, seguramente era difícil para él entender la lealtad que Hak y yo sentimos por Yona.
   Recuperándose rápidamente de las fuertes emociones que sintió al haber encontrado a su amigo en ese estado, Yona se dio vuelta hacia Yoon repentinamente
- ¿Así que este es el fondo del valle?¿vives aquí?-
-Algo así-
-¿Eres un doctor? Estamos buscando a alguien pero...- yo no tenía idea de que buscábamos a alguien... La confusión!
   Yona fue interrumpida por Ik-Soo entrando apresuradamente por la puerta
-Yoon! Yoon!- El lodo cubría su túnica blanca.- Tengo algo que contarte!-
-Quieto- Yoon levantó su pie y lo frenó.- ¿Por qué estás cubierto de lodo? No te acerques- la forma de hablar de e Yoon me recordó a una madre regañando a su hijo.
-Estaba rezando a los dioses por la felicidad de todos cuando resbale y caí.- Dijo Ik-Soo cayendo de espaldas, levantando una nube de polvo.
-Que desastroso! El cielo te ha abandonado.-
   Ik-Soo se removió un poco en el suelo y giro si cabeza encontrándose con la mirada de Yona, el rubio se precipitó hacia ella.
-Estas despierta, qué bien- dijo juntando las manos y admirando la cara de Yona- Hola, por si _____(TN) no te lo mencionó soy Ik-Soo, soy algo así como el guardián de Yoon.- Mi mirada  se dirigió a el "apuesto", como el se autodenomina, riendo en voz baja ante su cara de molestia, era muy lindo cuando quería.
- Eh...Yo...- El balbuceo de Yona llamó mi atención, aunque el sonido de llanto me sobresalto, aunque esté no provenía de ella.
- Debió de ser muy duro.- Las lagrimas mojaban la túnica de Ik-Soo.
- Eh?... Pero yo no... Hak me protegió cuando caímos. - Mi cara de indignación e incredulidad debió ser épica, porque Yoon me dio un codazo ¿Cómo que Hak? ¿Y yo que!? Algo de crédito por favor, pude morir!
Me abofetee mentalmente por pensar así, porque estaba mal, pero aún así tenía un sabor amargo en la boca.
-No, me impresiona que decidieras emprender este viaje. - Dijo Ik-Soo irguiendose y alejándose de Yona, al pasar junto a mi pasó una mano por mi cabello tranquilizandome.
-¿Viaje?- Preguntó Yona desconcertada.
-Ella es la princesa Yona, ¿Verdad?- Me preguntó Ik-Soo, yo asentí con la cabeza.
- Espera.- El desconcierto en la voz de Yona era evidente.- ¿Cómo sabes quién soy?-
- Los dioses me lo dijieron...- La voz le salió ahogada al final de la frase, dándose cuenta de su error.
-Idiota.- Le espeto Yoon.- ¿Cómo se re pudo escapar eso? ¿De qué nos sirve vivir en secreto? En verdad no sabes mentir.- Sin querer una carcajada escapó de mis labios causando que los tres girarán a verme, los ojos de Yona se suavizaron pero Yoon me hizo callar con tan solo una mirada.
   La cara de Yona se iluminó con reconocimiento.
- ¿Eres...?- no termino la Frase.
-lo lamento, quería presentarme ante ti con algo más apropiado princesa.-
-¿Eres el monje?.-
   De pronto todo encajaba, Ik-Soo era la persona que estábamos buscando.
   Ahora, Necesito saber porqué.

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*Publica el capítulo*

*Corre antes de que le tiren con la chancla*
Jeje, el próximo capítulo está casi terminado, ni bien lo tenga lo publico, dejen sus comentarios con opiniones o sugerencias, que yo leo todo. Las adoro