.T R E S.

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Al llegar a casa, me despedí de mamá y Katie para luego subir a mi cuarto.

 Mi mente seguía sin poder asimilar el mensaje y estaba terriblemente desconcertada.

Yo no era la más bonita, o era popular, no. Yo era la típica chica con solo dos amigas y que estaban con los "normales". Para serles sincera, nunca me importó ser o no popular. Lo que no podía negar era que siempre me preocupaba por tener una buena reputación, que hasta el día de hoy no ha cambiado.

Cuando entré a mi cuarto pude notar un pequeño detalle, y es que yo me fijo en todo lo que este diferente a como yo lo dejé.

El pequeño detalle era el siguiente; había un osito de peluche junto con una nota.

Al principio me asusté, porque hace unos días me vi la película Nanny Cam y tuve un pequeño trauma con los ositos de peluche; pero luego de asegurarme de que no tenía una cámara interna, me tranquilicé.  

Yo básicamente quede en shock, incluso pude haber pensado que alguien se había metido a la casa. Esa idea era un poco probable, ya que en el vecindario en el que vivimos, no está presente la mejor seguridad. De todas formas, sí hubiera sido un ladrón, se habría robado alguna cosa; pero en este caso me dejaron algo.

Es algo difícil de explicar, pero fácil de entender. 

Antes de acostarme le escribí a Tess, que sin duda me ayudaría en esto.

Conversación de WhatsApp:

Mia: ¡Tess Evans! ¡Necesito de tu ayuda!

Tess: ¡Hola, Mia da madrina! :)

Mia: Nunca lo vas a superar, ¿verdad?

Tess: Tu lo has dicho. Ahora, ¿a qué se debe tu escándalo? 

Mia: ¡Mañana te tengo que contar una cosa terriblemente importante! ¡Y no estoy siendo melodramática!

Tess: Júramelo...

Mia: ¡Agh! ¡Eres insoportable! No entiendo como somos mejores amigas...

Tess: ¿Quieres que te cuente como sucedió?

Mia: Mhm... No gracias, esta vez paso.

Fin conversación WhatsApp.

Después de aquella conversación, sentí como mi cuerpo me cobraba las desveladas de las noches anteriores. No lo pensé dos veces y me cubrí con todas mis mantas, para así entrar en el mundo de Morfeo.

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La molesta melodía de la alarma de mi celular hizo que me levantara aturdida y un  poco desubicada.

¿Por qué no me sorprende?

No me sentía del todo bien, por lo que por un momento pensé en no ir a clases, pero recordé que debía contarle a Tess lo que había sucedido el día anterior.

Tomé mi celular y revisé la hora.

¿¡SON LAS NUEVE Y MEDIA?! ¡NO-ES-POSIBLE!

Rápidamente abrí la aplicación de WhatsApp y le escribí a Tess.

Conversación de WhatsApp:

Mia: Hola... 

Mia: ¿Es muy tarde para llegar a clases?

Fin conversación de WhatsApp.

Salí de la cama dando un brinco, pues ya había un montón de adrenalina mezclada con nervios en mi cuerpo.

Seguido de esto, entré a la ducha. Pero, como tengo la mejor de las suertes, no salió el agua caliente; así que, tratando de sobrevivir a una terrible hipotermia, logré bañarme, cual gato en una alberca.

Elegí una ropa presentable y cómoda, para luego salir corriendo a tomar un taxi que me llevara a la escuela.

Ya en aquella prisión llamada escuela, fui a la zona en donde seguramente Tess estaría. 

La fuente.

Le conté lo que había sucedido el día anterior, pero otra vez, como tengo la mejor de las suertes, el timbre sonó y me vi obligada a ir a clases para no tener un retardo en mi lista.

La clase que tenía era Español, con la señora Tindler, la maestra más dulce de toda la existencia.  Cof, Notese el sarcasmo, cof. La mayoría de los estudiantes la odiaba porque era demasiado exigente, pero, ¡vamos! A nuestra generación le hace falta regaños y un poco de ayuda para no terminar como unos flojos vagabundos. Me estoy incluyendo, porque de floja lo tengo todo.

Y, como soy floja y un poco vagabunda, no hice la crítica literaria, la maldita profesora me regañó y ridiculizó ante toda la clase.

Señorita Tindler, espero que tenga un buen viaje hacia el infierno.

En la rotación hacía la siguiente clase, choqué con alguien, era tan duro que pude pensar que había chocado contra una pared.

  ―¡Oye, fíjate la próxima vez!―Gritó aquel chico, que de alguna forma, se me hacia familiar.

―¡Tú también, maldito idiota! ¡Yo no fui la única distraída!―Pude sentir como sus oscuros ojos penetraban los míos; de repente una sensación de miedo invadió mi cuerpo.

No apartó la mirada. Yo tampoco lo hice. Mucho menos las personas que estaban alrededor de nosotros. 

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Jijiji.

Capítulo editado y mucho más mejorado.

Se siente taaan raro entrar a esta historia! Osea, ante teniamos como 100 visitas, pero ahora ya ha 4.23K!

Graciaaaas! Los loveo.

Besos de leones.

11/04/17

¿Por Qué Tú ? -EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora