. Capítulo 9.

165 29 5
                                    

Cuando no pude decir nada mas por que no queria parecer debil ante mi mamá y mi hermana, subí a mi cuarto y me encerre para calmarme.

Cancer terminal .
Muerte .
Cancer terminal.
Muerte.

Esas eran las únicas palabras que mi mente reproducía. No podía pensar en más. Yo tendria que hacer todo para mantenerme a mi y a mi hermana pero, ¿Cómo carajos hago eso?
Apenas estoy terminando la preparatoria y ya tengo que hacer el trabajo de una madre.
×××
Me encuentro en un cubiculo de un tamaño medio, era completamente blanco, incluso los muebles, era irreconocible para mí. Al fondo veo una sombra negra, esta pegada a una pared blanca y no se mueve. Doy un paso hacia ella y ella se mueve. Doy otro paso y se vuelve a mover. Después oigo un llanto extremadamente desesperado, me volteo para saber quien es el o la que esta llorando. Cuando lo hago siento un empujon que me hace tambalearme, pero logro mantener el equilibrio. Otra vez los llantos empiezan, pero esta vez veo a una niña de unos 13 años, acurrucada en posición fetal, llorando. Me acerco para saber quien es. La niña tiene dos trensitas a cada lado de su cabeza, su pelo es de color rubio, pero tiene uno pequeños rayos color castaño. La reconozco de inmediato cuando alza su cabeza. Sus ojos color café me miran fijamente, parece no reconocerme, luego hace un gesto que me hizo voltear. Cuando lo hice me volvieron a empujar, pero esta vez no contra la pared, sino donde había un charco de color rojo. La consistencia era viscosa y pegachenta, cuando la olí, olía a oxidado. Sangre. Otra vez los llantos, pero esta vez eran peores. La niña ya estaba llorando y gritando al mismo tiempo y de repente...

- Mia, ¿ estas bien? - Me pregunta una voz muy angustiada, pero la logro reconocer. Mi madre.
- Si, solo tuve una- Ni siquiera sabia lo que era esa cosa en mi cabeza - Pesadilla, pero estoy bien, no te preocupes.
- Te oí gritando y llorando al mismo tiempo, ¿ segura que estas bien? - Me dice con su voz melosa.
- Si, y ahora deberiamos descansar, ¿ bueno? - Le digo de mala gana, odio levantarme por causa de las pesadillas, despues de que me pasan, es muy dificil para mí conciliar el sueño. Pero después siempre terminó mas dormida que una persona anestesiada.

En la mañana siguiente,  cuando voy al baño y me miro en el espejo,  me doy cuenta de que estoy peor que un payaso. Tengo demasiadas ojeras,  estoy palida,  y con los ojos muy pequeños ( cuando los mios son grandes por naturaleza).
Cuando me meto a la ducha,  prendo el agua caliente para relajar mis músculos y olvidar la mala noche que tuve. El olor de vainilla de mi shampoo despierta mis sentidos y me hace sentir mucho mas despierta.
Cuando salí de la ducha ya era demasiado tarde. Elegí lo primero que habia en mi closet,  me puse una base de maquillaje y baje las escaleras. Como suponía,  el autobús me habia dejado.  La única solución era  irme en un taxi,  ya que la preparatoria no era muy cerca que digamos.
Cuando por fin llegue,  ya tenia 15 minutos de retraso,  pero al menos me dejaron entrar.
Voy a la biblioteca para pedir los libros que me hacen falta,  ya que ; primero,  no tenía mucho tiempo,  y dos,  no tenia el dinero suficiente,  así que la mejor solución era pedirlos prestados.
- Eh.. Hola,¿ me puedes dar un libro de álgebra?- Pregunté,  con poca esperanza,  ya que esos libros solían prestarse demasiado rapido.
- Si,  espere,  voy a buscarlo -  Lo que odiaba de la biblioteca era la bibliotecaria,  se movia mas lento que una tortuga embarazada y,  no se si soy la única que pienso que cuando vas retrasado todo el mundo se mueve increíblemente lento. Bueno,  este era el caso.
- Lo siento Betty,  ya no hay más libros- Me dijo con toda la tranquilidad posible.
-¿ Betty?,  pero si yo soy Mia

¿Por Qué Tú ? -EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora