¿Enemigo?

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-Fue un gran día el de ayer, conseguí nuevos amigos, sólo 2, pero para mi son muchos, y más porque me acompañó Saulo a mi casa, fue hermoso- Pensé apretando mi cara contra la almohada lleno de emoción.

Al llegar a su salón, lo primero que vio fue a Saulo.
-Siéntate con nosotros- dijo Saulo apuntando a una banca a un lado de él y Darío.
-S-si- Me senté y vi como Darío rápidamente me volteaba con algo de desprecio.
-¿No prefieres el piso? - dijo Darío con una sonrisa falsa y un poco de risa.
- Cállate Darío, no le hagas caso, a veces es un idiota, mi amigo idiota- se levantó y empezó a jugar con Darío a golpearse.

-No entiendo porque los hombres juegan a golpearse, parece cavernícolas- pensé mientras los veía golpearse -al menos se veían lindos golpeándose, sólo Saulo- pensé viendo como Saulo agarraba a Darío del cuello y con la otra mano le alborotaba el cabello.

Empezaron las clases y vi que Darío me volteaba a ver cada 5 minutos, me daba miedo, no me volteaba a ver con una sonrisa, me miraba como si me quisiera asesinar o algo así, en serio daba miedo, pero se me quitaba el miedo al voltear a ver a Saulo y ver su linda sonrisa, su lindo cabello castaño, sus lindos ojos cafés, sus lindas manos, sus labios, -A veces me siento acosador, ni sé si es gay o no, no creo que lo sea, es demasiado lindo para serlo, de seguro todas las del salón lo aman, o tal vez tenga novia o ¡esposa!, -pensé mientras mi cerebro explotaba y apoyaba mi cabeza contra la banca.

-Oye, ¿Estás bien?, te noto alterado Omarcito- dijo Saulo mientras me tocaba la cabeza y me alborotaba el cabello.
-E-eh, si estoy bien, es que, e-eh... Ya estoy bien- no podía levantarme, estaba muy sonrojado y no quería que me viera así.
-Ya déjalo Saulo, que se quede ahí, si no quiere venir a comer, ni modo, no es nuestro problema-
-No lo podemos dejar así, ¿Qué podré hacer?- Rió y sólo sentí que me empezaron a hacer cosquillas en toda la cintura- ¡Oye, tu cintura es pequeña! -dijo y me siguió haciendo cosquillas hasta que me levanté.
-¡Ya no más por favor!- al levantarme vi a Darío delante mía.
-Patético- dijo mientras volteaba la mirada de mí y salía del salón.
-Bueno, vayámonos, Darío tiene hambre y cuando tiene hambre se pone de mal humor- Dijo mientras se levantaba y se iba detrás de Darío.

Salí y los seguí por detrás, y Saulo fue a comprar el desayuno de los 3.

- ¿Crees qué soy idiota?- dijo Darío volteándome a ver con una mirada penetrante.

- ¿D-de qué hablas?
- Sé que te gusta Saulo, pero recuerda esto enano, yo llevo mas tiempo al lado de Saulo, y un estúpido niñato como tu no me lo quitara, ¿Te queda claro?

- N-no me gusta Saulo, él sólo es mi amigo, como tu, creo...

- Sólo no te enamores de mi Saulo o si no te las verás conmigo.

Saomar (Ship)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora