Saomar (Ship)

Lo Siento

Era de mañana, ya todo lo sucedido ayer no importaba mucho, estaba feliz, triste, nervioso, no quería ir y verlo ahí, tan lindo como siempre junto a una arpía como Darío, pero así era la vida, a veces estas rodeado de gente que te odia, mientras tu no les has hecho nada.
Por todo lo que venía a mi cabeza, sabía que hoy no sería un buen día, no estaba al 100% y la tristeza cada vez se apoderaba más de mi, tal vez, ayer pudo haber algo entre Saulo y yo, pero, no quiero separar a Saulo de Darío, o que Darío me vaya a golpear o algo peor, ayer se veía muy enojado por mi culpa, aparte, no estoy seguro de que Saulo me quiera, que lo que siento sea mutuo.

Llendo a la preparatoria, sólo pensaba en los problemas que tendría si seguía siendo amigo de Saulo. De pronto escuché una voz por detrás de mi.

Miriam: -Hola pasiva, ¿Cómo amanesiste? ¿Adolorido del trasero de tanta acción?
Omar: -Déjame en paz, no tengo el humor como para estar soportándote.
Miriam: -¿Saulo no te dio lo suficiente o qué? ¿Demasiado pequeña?
Omar: -¡No es eso! ¡Darío es el problema!
Miriam: -¿Hicieron un trío?
Omar: -¡No! ¡No! ¡Es qué Darío!...- iba a terminar la oración cuando de repente un hombro me abraza y me acaricia el hombro.
Saulo: -¿Qué pasa con Darío, Omar?
Omar: -N-nada, sólo le hablaba de él a mi amiga.
Saulo: -¿Ella es Miriam no? ¿No era tu novia?
Omar: -N-no, es sólo mi amiga, Darío mintió.
Miriam: -Así es guapetón, yo no soy su novia, él está soltero.- levantando las cejas y riendo- bueno, los dejo para que hablen entre ustedes, adiós.- salió corriendo a la prepa y en un instante casi se golpea con un poste que no vio.
Saulo: -Bueno, ja, ja, ja, tu amiga es rara, me cae bien, en fin, ¿Cómo amaneciste Omarcito?
Omar: -Pues, no tan bien realmente, pero ya me siento mejor, ¿Y tú?
Saulo: -Pues muy bien, soñe contigo.
Omar: -¿Q-qué soñaste?
Saulo: -Que estábamos los 2 en mi cuarto, y... Mejor, al rato te hablo, se me olvidó que tengo que ir a entregar un libro a la biblioteca, cuídate, ¡Adiós!- salió corriendo tan rápido que ni pude despedirme de él.

Me fui al salón directamente, estaba solo, me empezó a dar un poco de miedo, no sabía porque, puse mis cosas en mi lugar e iba a salir, cuando de repente alguien se puso delante de mi.

Darío: -¿Y tú a dónde mierda vas?- volteé hacia arriba y Darío me miraba con mucha furia.
Omar: -E-eh, al baño- tenía miedo, empecé a temblar no quería que me hiciera daño.
Darío: -Ja, ja, si claro, si ibas a ir con Saulo a lamerle el culo para que te quiera- con cada una de sus palabras se me quitaba un poco el miedo y me enojaba más- Vamos, dilo, es cierto, sólo eres su lame culos, apenas te conoce, él es mío, ¿Sí perra?
Omar: -¡C-cállate!
Darío: -Cállate tu, sólo digo la verdad, entre Saulo y yo todo iba bien, ¡hasta que llegaste tu!- Me dio un puñetazo en la cara, se sintió horrible, creo que me sangró la nariz, fue tan fuerte que me dolió la cabeza al instante, pero no me iba a quedar ahí, se lo devolví, justo cuando lo hice vi la cara de Saulo detrás de Darío, mirándome a los ojos, con tristeza. Me quedé petrificado.

No podía moverme. Sólo me quedé de pie observando a Saulo, quien después de mantener la mirada baja unos segundos, comenzó a caminar hacia adentro, hasta llegar con Darío.

Saulo: -Ven, Darío. Nos darán la clase en el centro de cómputo... Pero primero vamos a la enfermería.

Nadie dijo nada más. Saulo me dio una última mirada, de confusión, lástima, tristeza y enojo. Y me sentí mierda en ese momento.
Ambos salieron del salón dejándome sólo con mi arrepentimiento. Esto no es justo. Darío empezó. Yo sólo me defendí. Y Saulo merece saberlo, pero... Después de esto, no creo que quiera volver a hablarme.
Ese día no asistí a la primera clase.