Amistad

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No entiendo nada, no sé nada, desperté algo pensativo, éstos días, sin estar cerca de Saulo, me han hecho pensar si de verdad lo am... Si de verdad me gusta, si siento algo fuerte por él, ya no es lo mismo, no sé que le pasa, no sé que me pasa, él tal vez no me quiera, tal vez ni es gay, ¿Yo soy gay?, pensamientos tontos.
Me levanté para ir a la Preparatoria, llegué muy temprano, ya qué no me había percatado que me levanté 30 minutos antes, al ir hacía mi salón pasé por el de Daniel y me hizo una señal para que fuera con él.

Omar: -¿Qué pasa?
Daniel: -Te vi pasar y como aún falta para entrar a clases quería saludarte, saber como estas.
Omar: -Estoy bien, gracias por preguntar.
Daniel: -No nací ayer, tienes algo, ¿Qué pasó? ¿Problemas de Autoestima? ¿De calificaciones? ¿Alguien te hizo algo?- no sabía si mentirle o no, parecía que si me quería ayudar- Puedes confiar en mí, sé que casi no nos conocemos pero, ¡Soy todo oídos!
Omar: -Está bien, es alguien que aprecio, pero me enojé con él, y quiero recuperar su amistad.
Daniel: -Puedes incarte y pedirle perdón, como cualquiera lo haría, u optar por hablar seriamente del problema con él, de todos modos es un problema sólo entre ustedes.
Omar: -Ése es el problema, no es sólo entre nosotros realmente.
Daniel: -Oh, así las cosas cambian, no es agradable que alguien haya ocasionado un conflicto entre 2 personas, no sé exactamente que decirte, no sé bien lo que paso y con quienes fue y no creo que tengas la suficiente confianza para decírmelo, pero lo mejor es hablarlo con él, recupera su amistad- lo dijo con una gran sonrisa.
Omar: -Gracias, me animaste un poco, y tienes razón lo mejor es hablar con él, sólo tengo que esperar el momento indicado, por el momento sólo quiero olvidar esto, cambiar de tema.
Daniel: -Está muy bien, ¿¡Si irás a mí partido hoy en la tarde!?- lo dijo hechando un brinco de emoción; realmente se me había olvidado su partido.
Omar: -S-sí.
Daniel: -¡Te espero ahí!, será justo después de clases en las canchas, me hechas porras- dijo la última frase tan animado.
Omar: -Ahí estaré, ja, ja, ja, si te hecharé porras, ahora debo irme a mi salón, ya empezarán las clases, cuídate.
Daniel: -Cuídate tu, gracias, suerte en clases, te veo en las canchas, adiós.

Salí de su salón despidiéndome de él, él era muy amigable y positivo, pensé que sería presumido al saber que jugaba fútbol, malos estereotipos; entre a mi salón, no había tanta gente, fui directamente a sentarme delante de mis compañeras Miriam y Dany, que estaban riéndose muy fuerte.

Miriam: -Mira quien llego, la pasiva, te vimos ahorita con tu nueva conquista, Daniel Copias es nuestro- sé empezaron a reir y mirarme queriendo respuestas.
Omar: -No es mi conquista, es mi amigo.
Dany: -Amigos bien cercanos, Omar, acabamos de entrar a la Preparatoria y ya te andas conquistando a todos, déjanos unos, ja, ja, ja.
Omar: -No estoy conquistando a nadie, sólo hago amigos, y pierdo amigos.
Miriam: -Eres estúpido, dejas que te los quiten, cuida lo que es tuyo, como ya Darío te quitó a Saulo, te vas con nuestro Daniel Copias, almenos nos lo cuidas.
Omar: -Él sólo es mi amigo, no lo conozco tanto.
Dany: -Entonces tengan una cita, y nos la cuentas, con detalles.
Omar: -Es sólo mi amigo, mi amigo, espera, ¿Ir a su partido de fútbol cuenta como cita?
Miriam: -Si se besan sí, ja, ja, ja.
Omar: -¡No lo besaré!, sólo lo veré jugar.
Dany: -Y luego peleas de camisetas sudadas, ja, ja, ja.
Omar: -¡No haré eso! ¡Qué asco!
Miriam: -¡Y qué rico!, ja, ja, ja- se empezaron a reir entre ellas; me estresan.
Omar: -Ya no les contaré nada, todo lo hacen sucio.

Me volteé y las ignoré, a veces no las soporto, son buenas, pero estresan; miré hacia la derecha, Saulo y Darío ya estaban sentados juntos, no pude aguantar poner una cara seria y voltear hacia abajo, sé que no los conozco demasiado, pero, extraño estar con ellos, bueno, con Saulo.

Estuve todo el día solo, en clases y receso, Dany tenía a Miriam y Saulo a la mierda de Darío; eso me ponía mas triste, todos tenían a alguien en quien siempre confiar para estar juntos. Me dirijí a las canchas para ver el partido de Daniel, él estaba ahí ya, calentando, traía un uniforme de color negro con detalles en naranja, muy lindo, el uniforme le quedaba muy bien, su número era el 4, mi número favorito, saber eso me ponía raro.
Antes de empezar el partido me volteó a ver y me sonrió, pero en todo el partido, estuvo muy concentrado, era delantero, era muy bueno, me emocioné un poco viendo el partido, aunque yo prefiero el Volleyball. Me ponía un poco ansioso al ver como pateaban tan fuerte el balón y otros la bloqueaban y parecía que los jugadores no sintieran dolor; el equipo de Daniel ganó, eso me puso feliz, realmente Daniel se esforzó, metió 2 goles, nada mal para los autogoles que meto yo; su equipo estaba celebrando, todos juntos, Daniel tenía muchos amigos por lo que veía. No sabía si irme o no, ya había terminado y estaba solo, hasta que llego Daniel sonriéndome.

Daniel: -¿¡Me viste!?- estaba algo cansado, sudado y muy sonriente.
Omar: -Sí lo hice, estuviste genial, felicidades por tus 2 goles.
Daniel: -No fueron para tanto, sólo 2, he hecho más.
Omar: -Esa si te la creo, ja, ja, ja, ¿No te quedarás a celebrar con tus amigos?
Daniel: -No son amigos, son compañeros de equipo, no tengo tantos amigos como crees, y aparte creía que te iba a acompañar a casa, sólo si quieres claro- me miró sonriendo.
Omar: -Obvio me puedes acompañar, pero déjame llevarme tu mochila, estás algo cansado.
Daniel: -¡No!, hasta yo me iba a llevar la tuya, aparte no está pesada, sólo llevo 2 libretas, una pluma y todo lo demás es el uniforme.
Omar: -Entonces si sólo es eso me la llevaré- agarré su mochila.
Daniel: -Bueno- se puso algo sonrojado y feliz, más feliz de lo que ya estaba.

No hablamos de cosas tan interesantes en el camino, casi todo fue de mi, nada interesante.

Saomar (Ship)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora