"EPÍLOGO"

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Esta vez no iban a amanecer, pues no querían que alguien los viera acostados y desnudos en plena playa, era obvio que no lo iban a hacer.
Así que se levantaron y se pusieron sus ropas rápidamente.

-Demonios, siento arena en todo mi cuerpo.- Se quejo Raúl.

-Es cierto, y pica mucho, no se como muchas personas soportan esto, tengo arena hasta en el culo, joder.- Raúl soltó una pequeña risa ante el comentario del español.

-Creo que ya no quiero estar lejos de ti, quiero quedarme contigo para siempre.- Confeso Raúl, pero Javier solo lo abrazo, no dijo nada mas.

Ambos caminaron por la playa, mientras las olas iban y venían una y otra vez, la luna redonda brillaba en el cielo nocturno.

-Todos los días te haré el amor.- Por fin dijo Javier.

-Yo no podría ser mas feliz que con tus besos y caricias, me haz enseñado tanto, pero quiero seguir aprendiendo de ti, y explorar el amor en tus brazos.

Javier se puso detrás de Raúl, lo tomo de la cintura y lo abrazo, y así caminaron, pegaditos, como dos enamorados, que al fin y al cabo eso eran.

-Te quiero.- Repitió Javier. Raúl iba a responder, pero el español lo beso y no pudo hablar mas, pues el beso parecía no acabar.

-Te veo mañana.- Dijo Javier, apenas llegaron al muelle, esta vez no se besaron, solo se dijeron adiós con la mano.

Pronto Raúl sintió una sensación de vacío otra vez, y no era por la polla de Javier, esta vez el vacío estaba en su corazón, el moreno quería correr detrás de el español, pero al menos el sabia que mañana nuevamente se verían.

Raúl camino sin mucho animo hacia su casa, esta vez no era tan tarde y bien podía llegar a cenar aun.

-¿Donde estabas?.- Le cuestionó su padre apenas entro el moreno a la casa.

-Fui con Marina.- Volvió a excusarse.

-¡Mientes!, salí a ver al curandero y me encontré a Marina, y estaba sola, es claro que no estabas con ella, y por si fuera poco, en el barrio murmuran que te han visto con un español de esos que venían en el barco que esta en el muelle, ¿que trato tienes tu con ese hombre?.- Su padre realmente lucia enojado, no quería ni imaginar que pasaría si supiera de sus amoríos con Javier, pero a toda cosa tenia que negar los hechos.

-El... Yo estaba con el... Porque... El me ha ofrecido trabajo, es solo que quiera darte una sorpresa, por eso no te había dicho nada.- Cada día, Raúl se sorprendía de cuanto podía llegar a mentir, sobre todo a su padre, pero todo fuera por volver a ver a Javier.

-Espero y digas la verdad, te conozco y se que no me mentirias así, por eso confiaré en ti.

Raúl suspiro aliviado de que su padre no descubriera su verdadera relación con el español. Normalmente la gente del pueblo no solía mezclarse con los extranjeros, ni mucho menos tener tratos con ellos.

Raúl se ducho otra vez, ya se había vuelto un habito en el, pues siempre terminaba sudado y lleno de fluidos corporales de cierto español muy guapo.

El moreno salio con una toalla en la cintura y se puso su ropa.

-Quisiera verte ahora.- Dijo Raúl refiriéndose a Javier. Pero ahora eso no era posible, tenia que aguardar hasta mañana.

****************

Durante toda esa semana, Raúl y Javier se veían a escondidas, los días pasaban rápido y el amor de ellos crecía demasiado, a tal grado que incluso ya podían decir que se amaban.
El día de hoy cumplían un mes, hoy se verían como cada noche, pero esta era especial, era única.

Los dos se encontraban en uno de los almacenes, habían planeado una velada mágica, puesto que la ocasión lo merecía.
Los hombres de Javier ya sabían sobre el amor de este con el mexicano, pero les daba igual, con que su capitán fuera feliz, pero aparte de ellos nadie mas sabia de esto.

-Fue un buen regalo de parte de tus trabajadores adornar este almacén con flores y velas.- Dijo Raúl y Javier le tomo la mano.

-Es que mi príncipe se merece lo mejor, no podía hacer cualquier cosa.- Respondió Javier para después besarle. A estas alturas ambos ya estaban desnudos, y muy bien abrazados.

-No quiero separarme nunca de ti.- Soltó con algo de nostalgia el moreno.

-Amor, tengo una noticia que darte... Pero... Quiero que sea cuando esto termine, vale.- Javier parecía algo triste y eso preocupó a Raúl.

-¿Que pasa amor?, no me asustes así, ¿por que estas triste?.- Raúl abrazo a Javier con todas sus fuerzas y espero una respuesta.

-Mejor te lo digo después, de todos modos tengo que decírtelo tarde o temprano.

Raúl no preguntó mas, pero lo que había dicho Javier le preocupaba y no dejaba de darle vueltas en la cabeza, tenia un mal presentimiento.

-Hazme el amor.- Dijo Raúl.

Javier se acerco y le beso el pecho, para después morderle los pezones, sacando un buen gemido del moreno.

-Quiero que te acuestes y abras las piernas.- Raúl obedeció y pronto Javier le metió un dedo por atrás. El moreno se mordió la mano al sentir otro dedo mas en su entrada.

-Quiero que me hagas el amor con todas tus fuerzas y que no te contengas para nada.- Dijo Raúl muy seguro.

Javier rápidamente se adentro en Raúl y le metió todo el miembro de una sola vez, provocando un gran gemido por parte de este.

-¿Estas bien?.- Preguntó Javier.

-Solo... Solo quiero que me hagas el amor... No me importa si me lastimas o no.- Respondió el moreno.

Javier no dijo nada mas y realizó lo que Raúl le había ordenado. Embistió una y otra vez a Javier, torito si trasero con unas nalgadas, lo cual le excito demasiado, ver como Raúl se retorcía cada vez que le golpeaba el trasero.

-¡Voy a correrme!.- Advirtió Javier.

-¡Hazlo, hazlo ya!.- Grito Raúl.

Y así fue, Javier estallo en éxtasis, llego dentro de Raúl he inundó su ser con chorros de leche, Raúl iba a masturbarse, pero el español no lo dejo, si no que bajo su cabeza y abrió la boca para engullir la polla de Raúl, dándole placer oral, chupo la polla como si fuese un caramelo, pronto sintió un liquido suave y dulce correr por su boca.

-¡Aaaaaahhhhh!.- Raúl se había corrido y Javier recibió toda la semilla en su boca, para después saborear nuevamente la polla del moreno.

-Sabes tan bien.- Confesó Javier lamiendo su labio que sin tenia rastros de semen.

-Te amo Javier.

-Te amo Raúl.

Entre pétalos de rosas y velas, ambos se abrazaron, pero para Raúl, era hora de preguntar y ya de antemano sabia que la respuesta no iba a ser de su agrado.

-¿Que ibas a decirme?.- Exigió saber el moreno. Javier suspiro y por un momento cerro los ojos.

-Yo y los chicos vamos... Bueno... Tenemos que partir mañana.- La respuesta fue un balde de agua fría para Raúl, en ese momento sintió que algo se quebró dentro de el...

Continuará...







El Muelle De Los Amantes (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora