Cap 07

63 5 1
                                    

-Oh, Dios! –__________ dio un grito y ocultó sus mejillas sonrojadas contra el pecho de Finn tras mirar hacia el otro lado de la habitación y ver al hombre guapo igual a él que se encontraba en la puerta, mirándola con una expresión cínica.

–Supongo que estabais demasiado... ocupados para oír el aterrizaje del helicóptero hace quince minutos –dijo Jack.

–Supongo que sí –contestó Finn –. ¿Significa eso que Markus también está aquí?

–He venido yo solo.

–¿Por qué?

Hubo una pausa corta y significativa.

–Preferiría que hablásemos en privado, Finn.

–Aún no –respondió Finn sin soltar a _______–. ¿Y si nos das unos minutos de privacidad, Jacckie?

–Por supuesto –murmuró el otro–. ¿Quieres que siga esperando en la cocina o...?

–¿Quieres largarte de una vez, Jack? –insistió Finn bruscamente.

_________ quería morirse de vergüenza. Jamás había tenido tantas ganas de que la tragase la tierra. Había hecho algunas cosas estúpidas en su vida, pero sin duda nada tan estúpido como aquello.

No sólo se había dejado llevar por los besos y las caricias de Finn, sino que además había un testigo de aquel momento. Y no cualquier testigo, sino su hermano gemelo.

–No pasa nada, _____. Se ha ido, ya puedes incorporarte –bromeó Finn.

Tal vez Jackson Harries hubiera abandonado la habitación, pero Finn no. Y ______ tampoco se atrevía a mirarlo a la cara después de lo que había ocurrido. ¿Qué diablos se le había metido en la cabeza para comportarse de un modo tan desinhibido? ¡Con Finn Rosenberg!

Ya no le quedaba otra opción; no tenía más argumentos. Tenía que marcharse de inmediato. No podía quedarse allí un minuto más.

–¡______, cálmate! –le ordenó Finn cuando ella se incorporó y empezó a luchar por liberarse de sus brazos–. Ambos somos adultos y... Maldita sea, _______, no hemos hecho nada malo.

_______ dejó de forcejear el tiempo justo para mirarlo con odio.

–¡Puede que tú no, pero yo sí! Tengo que marcharme ahora mismo, Finn.

–¿Por qué? Jack nunca se queda mucho tiempo.

–¡Por lo que a mí respecta, ya ha estado aquí demasiado tiempo! Ahora suéltame –le rogó mientras intentaba ponerse en pie.

–No hasta que no te calmes.

______ estaba calmada. Al menos todo lo calmada que podía estar después de quedar como una idiota. No sólo con Finn, sino delante de su hermano.

Se estremeció al pensar en la intimidad con la que Finn la había tocado. Al pensar en cómo se había dejado llevar por la influencia de aquellas caricias. En que su cuerpo y sus pechos seguían tan sensibles que podía sentir el roce de la ropa sobre la piel. Y los muslos aún le temblaban tras un clímax tan impresionante.

Finn se encogió de hombros.

–Reconozco que ha sido un pequeño inconveniente que Jack entrara de esa manera, pero...

–¿Un pequeño inconveniente? –_______ soltó una carcajada sarcástica cuando por fin consiguió zafarse de los brazos de Finn y ponerse en pie antes de girarse para mirarlo–. ¿Cuánto tiempo crees que tu hermano ha estado ahí de pie? ¿Crees que nos ha visto, que nos ha oído? –se avergonzó nuevamente al recordar sus gemidos al llegar al clímax.

Walls >Finn Harries y Tú< By: Lee TaimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora