Indigo

Prologo

-No tiene caso que sigamos con esto Kira... estamos acabados.

-Aun no.

La mayor parte de la ciudad estaba acabada, que decir del país, miles de personas habían muerto, un sistema corrupto, los había obligado a luchar contra sus propios seres queridos, la ignorancia, la poca apertura, y las ansias de poder habían acabado no solo con esta ciudad, con el país entero, y que se puede decir de lo que queda del mundo.

-Anne dime las estadísticas.

-Kira...- No podía hablar

-¡Te di una orden soldado, dame las estadísticas!

-480 muertes- se me entre cortaba la voz- 35 desaparecidos, sobrevivientes...

-Solo 7- bajo la mirada, es la primera vez que la vi hacer eso- Anee- volvió hacia mi sin levantar la mirada- No descansare hasta cumplir mi objetivo.

-Kira- sostuve su quijada y la acerque a mi- eres grande nunca lo olvides, yo creo que ya has cumplido con todo.

-¡No!, Anne, los mate a todos, a todos, la única esperanza que quedaba, y yo los mate, debí acerté caso ¡Yo los mate!

Siempre decían que la peor derrota de un líder es llevar a todos sus seguidores al fracaso, yo no creo eso, Kira es una gran líder, siempre vio por los demás, incluso contra los originales y puros, siempre tuvo compasión.

-Kira, venga vamos por un helado ¿Si?

-Anne- comenzó a reír, se me enchina la piel cada que la veo así- estas viendo la magnitud del problema, y quieres ir por un maldito helado, ¿Es enserio?

-¡Oye! Yo creo que aun esta abierto, venga vamos- y con mis manos un poco lastimadas limpie sus lagrimas- Se me apetece uno de pistache, vamos si no cerraran.

El edificio estaba devastado, como la mayor parte de los locales del centro, aun había "puros" merodeando las calles en busca de mas para matar.

Llegar hasta ahí fue difícil, pues estaba retirado de donde estábamos, y el hecho de que éramos una blanco fácil lo hacia aun mas complicado, pero que puedo decirles me gusta lo atrevido, riesgoso, prohibido, por eso es que tanto amo a Kira.

-Esta irreconocible, lo destruyeron todo.

-Venga vamos adentro, ahí es mas seguro.

Por fuera el edificio estaba casi hecho pedazos, pero por dentro aun mantenía esa esencia, o será que aun tenia la imagen del lugar la primera vez que entre ahí, y la conocí a ella, tan linda, como hasta ahora.

-Kira.

-Si Anne.

-¿Recuerdas cuando nos conocimos?- me acerque a ella, estaba enfrente del mostrador, su rostro se reflejaba en el cristal que antes cubría la variedad de helados que tenían.

-Llegaste pidiendo un helado de pistache, pero no había, te enojaste mucho, porque como era posible que no hubiese helado de pistache, eras muy rara, sigues siéndolo.

-Pero tú dijiste que el de chocolate también era bueno, tú eras muy clásica, te gustaba seguir lo correcto, siempre estabas bajo control.

-Anne, tenemos que encontrar a los demás, de alguna forma nuestra raza debe de perdurar, no permitiré que todo acabe así como así.

-¿Pero como lo haremos?

-Juntas- tomo mi mano y me acerco a ella, nos quedamos frente a frente, en sus ojos, esos ojos negros, tan comunes y corrientes, veía a un alma pura, un alma que deseaba tener en mis manos.

-Te amo.