Cap.4

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Mi semana ya estaba iniciando mal, a excepción de la visita de Alex, el lunes fue un mal día, la semana ya iniciaba mal y sinceramente eso no me daba buena espina.

-Isa- llama mama desde la sala – Puedes venir un segundo antes de que te vayas a la escuela.

"Carajo" el tema de las llaves, ya tenía planeado lo que iba a decir, espero que todo funcione bien.

Baje las escaleras, y en la sala estaba la directora de la escuela, mis padres, mi hermana, y un chico.

-Buenos días señorita Isabela ¿Cómo se encuentra?

Ya había visto antes a este chico, en algún lugar, en algún momento, pero no recuerdo cuando.

-Muy bien directora, gracias- dije de la manera mas amable posible, sinceramente esa mujer no era de mi agrado pertenecía al gobierno corrupto y era una de las causantes de que estudie medicina

-Me entere de lo que paso ayer- sonrió pero con lastima.

"Maldita perra"

-Ah si.

-Isa la directora tiene una propuesta para ti, y creo que te conviene- dijo mi mama sacando de su bolsa las llaves de la casa.

-¡Claro!- dije con el mayor sarcasmo posible- Me encanta hacer negocios.

-Muy bien Isa- me pidió que me sentara, esto va enserio- Veras- cruzo sus flacas y cenizas piernas, esto ya se puso bueno- El chico que esta a mi derecha, se llama Arturo.

"Arturo" ese nombre me suena tan familiar.

-Hola Arturo- lo salude amable, pero no recibí respuesta solo se me quedo viendo.

-Bueno, el es un estudiante de nuevo ingreso, se acaba de mudar a la ciudad, su padre...

-Creo que no es necesaria esa información- pronuncio con una voz grave, misteriosa, se me enchino la piel solo de escucharla.

-Ha claro lo siento- rio de la manera mas hipócrita que se puedan imaginar.

-Prosiga, por favor- y ahora yo me puse intensa.

-Isa- intervino mi mama- al punto que quiere llegar la directora es que este chico, Arturo, es nuevo y no conoce muy bien la ciudad y le ayudaría que tu lo guiaras en la escuela y lo hagas sentir bienvenido en la ciudad, tu eres muy buena con eso.

-Exacto.

-Además- continuo mi padre- con lo ocurrido, ambos, mutuamente se protegerán, y así tu tendrás tu libertad como siempre

-¿Espera que?- me levante inmediatamente del sillón- Acaso me estas poniendo una niñera, yo no necesito de nadie para cuidarme, yo puedo sola, por favor ya estoy grande.

-De hecho aun no eres una mayor de edad, tienes 17.

-Y el también- lo señale despectivamente.

Sonrió, rayos ese chico tiene algo, tal vez no sea tan malo estar con el.

-Me niego a este dichoso trato es totalmente injusto.

-De hecho el señor Martínez tiene 19 a un año de ser considerado por la ley mayor de edad.

-Isa- si las miradas mataran mi madre ya me hubiese asesinado- Nadie pidió tu opinión, la cosa se queda así y punto, serás tutora de el y ambos se cuidaran, a cualquier lugar que vayas ira el, fin de la discusión.

-Entonces, que trato de negocios es este si mi opinión no importa- camine hacia la puerta, tome mi mochila, y cerré la puerta demostrando cuan enojada estaba.

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