-¡Por tu culpa Alex se enojo y no ha contestado mi mensaje!
-Tranquila ya lo superaras- tomo mi mano- ahora ven conmigo tengo que mostrarte algo.
-¿No crees que vas muy rápido? Digo apenas llevamos un día de conocernos y andas muy intenso.
-Isa- comenzó a reír- no es lo que piensas, solo quiero iniciar bien contigo, sabes quiero tener una amiga y ya.
-Arturo, neta no me caes bien, no eres de mi agrado, siento que vienes a...
-¿A que?
-No se.
Desde que lo vi ahí sentado en mi sillón, sentí una vibra rara que provenía de el, y sinceramente no es mi tipo, a pesar de que apenas estamos juntos desde hace pocas horas, siento que viene alterar todo mi mundo, y no de manera positiva.
-Tienes que empezar a ver tu mundo de manera distinta como realmente es, lo que realmente eres.
-Arturo, se lo que soy y lo que puedo llegar hacer, tu no sabes nada de mi.
-Aun no Isa.
Pasamos por el centro de la ciudad, y doblamos en la esquina, y entramos a una calle llenos de edificios grandes, altos "Rasca cielos" había leído en una revista de hace años, una ciudad era muy conocida por sus edificaciones de tremendas magnitudes, supongo que ahora esta en las ruinas o ya no es sorprendente.
-No vienes muy seguido por acá ¿Verdad?
-No realmente no, pero me sorprende que tu si sepas a donde vamos.
-Conseguí un mapa antes de venir para acá, no es tan complicado vagar por estas calles- señalo un edificio muy alto, forrado de cristales, donde se reflejaban oficinas, trabajadores que subían y bajaban de las escaleras, y en lo mas alto, una oficina con vista a toda la ciudad, dentro de ella estaba una persona, no pude ver si era hombre o mujer- En frente de ese edificio esta una heladería, es muy agradable ahí vamos.
No dije nada, me quede observando a la persona, no podía dejar de verla, estaba ahí la sombra, no se movía, estaba ahí parada, observando, observándome.
Un dolor de cabeza me tiro al suelo, una ráfaga de imágenes pasaron por mis ojos, por mas que quería gritar no podía, no pude levantarme, el dolor era inmenso.
"Muy bien novata"
Esa voz, es la misma que me hizo dar al hospital. No otra vez
"No tengas miedo"
La voz se dulcifico, era la voz de una mujer.
"Deja que fluyan"
Comencé a llorar, pero no sabia si era el dolor de cabeza, o que era realmente lo que me pasaba.
Y así como llego, se fue, pero no estaba tirada en el suelo, estaba a lado de Arturo en la heladería, mi reflejo se veía en el cristal, seguido de una variedad de sabores, todo estaba bien, no paso nada.
Me estoy volviendo loca...
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Indigo
Teen FictionAlgunos piensan que no existen las coincidencias, que nada esta escrito y que todo es impredecible. Yo pienso todo lo contrario, todos tenemos nuestro destino ya escrito, pero hay ciertas cosas que no son una mera coincidencia. Pero somos tan insegu...