La Dama de Cauterets

15 3 0
                                    

Su translúcida mirada expresa ternura. Y así nos quedamos ambas unos segundos. Mirándonos; sin hacer nada más. Pasado ese tiempo, es ella quien toma la palabra:

- No temas, Helena, no voy a hacerte daño.
- No temo nada. - Dije tajantemente.
- ¿Sabes quién soy?
- ¿Debería saberlo?- Dudé.
Ella calló y recorrió con la mirada la inmensa y vacía estancia.
- ¿Quién eres?- Pregunté al ver que no obtenía respuesta
- Soy...La Dama de Cauterets, señora de las aguas y esposa de Edgard. Tranquila, no soy un fantasma ni nada parecido.- Añadió al ver la expresión de asombro en mi rostro.- Es una larga historia...
- ¿Me permitiría usted escucharla, si no es molestia?
- No veo por qué no. Esto se remonta a mi luna de miel. Compramos esta casa nada mas casarnos, con el fin de celebrar allí nuestra luna de miel e ir de vacaciones con nuestros futuros hijos. Nos encantaba por el hecho de estar cerca de las cataratas, pues el agua siempre fue mi pasión. Durante esta gran festividad nuestra decidí retirarme un día y pasarlo en las cataratas. Estando allí, ocurrió algo terrible. Me encontraba al borde de un recoveco de agua, acariciándola y disfrutando de su frescura, cuando algo me empujó por la espalda y caí al agua. En un accidente de ese tipo la gente suele perder la vida, pero no fue mi caso. La naturaleza me apreciaba tanto que no podía permitir una catástrofe semejante, pero tampoco puede hacer milagros. Lo más que pudo hacer por mí fue otorgarme este bendito don con el cual me convirtió en lo que soy hoy, la Dama de Cauterets, señora y protectora de las aguas
- Pero no todo podía ser bueno,- prosiguió- y dado que mi deber, no me era posible regresar a casa con mi amado esposo. Lo más que podía hacer era observar desde lejos cómo su vida continuaba sin mi compañía. Pude observar que no se marchaba de aquí ni adquiría una nueva pareja o compañía alguna. Eso me entristeció muchísimo, pues veía como la vida de mi amado se amargaba sin mí, y yo no podía hacer nada al respecto.

Yo en ese momento sentía un nudo tan fuerte en la garganta que apenas me permitía respirar. Pero seguía sin entender que tenía todo aquello que ver conmigo. Acto seguido ella, como si hubiese escuchado mis pensamientos, continuó:
- Volviendo al tema que a ti te incumbe, he de aclararte ciertas ideas... Verás, te conozco desde el momento de tu nacimiento. Sé que siempre has sentido una atracción especial hacía el agua y su naturaleza; y también sé que nunca has terminado de encajar en la sociedad en que vivías. Te he observado y protegido durante toda tu vida.
- ¿¡Cómo!?- la interrumpí- ¿protegido? ¿ Y si me ha protegido tanto, cómo pudo permitir que mis padres, creyéndome loca, me mandaran a un lugar como éste?- Callé de repente, al dar por resuelta mi propia pregunta.
Ella, como si no hubiese escuchado mi pregunta, prosiguió.
- Ahora que por fin te veo cara a cara, te pido ayuda. Necesito de tu colaboración en una misión de alto riesgo. No podré decirte su contenido hasta que te decidas a ayudarme. Pero no tengas prisa, tómate tu tiempo en decidirte y cuando lo sepas vuelve aquí y llámame. Acudiré lo más rápido como me sea posible. Por ahora lo que tienes que hacer es arreglarte y acudir a la fiesta.

Entonces sacó de un armario (el cual yo habría jurado que no estaba allí antes) un precioso vestido largo color turquesa y con delicados cristales incrustados, con manga larga. Además lo acompañaban unos tacones negros de aguja y un collar de esmeralda.
Me quedé asombrada. Cogí la ropa y me cambié. Momentos después reaparecí en la sala toda arreglada y lista para bajar a la cena de gala.
- Ohhh... Da una vuelta.- Lo hice.- Qué maravilla, estás realmente hermosa, Helena. Ahora baja a la fiesta y mañana tomate tu tiempo para pensar. Cuando lo sepas, ya sabes donde encontrarme.

Y acto seguido, con la misma gracia y delicadeza con que había aparecido, desapareció.

Hola!!! Qué tal? ¿os está gustando la historia? Siento haber tardado tanto en subir. A partir de ahora subiré más y más rápido. Lo prometo.
Un besazo superlectoressssss

La Dama De CauteretsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora