Hide From The Sun ( Donde Se Esconde El Sol)

Cap.3 Lluvia para dos

Hacia un poco de viento en Helsinki, las gigantescas nubes grises comenzaban a cubrir él cielo color celeste.

Era domingo.

Lauri yacía sentado al pie de su cama mirando por la ventana.
No soportaba estar encerrado.

Tomó su chaqueta y su gorro negro, caminó hacía la puerta colocándose ambos, Hanna su hermana mayor, lo vio desde la cocina.

- Lauri ¿ A donde vas?

- Sabes que odio estar encerrado- dijo tomando su mochila,- iré al parque al menos un par de horas.

- Esta bien pero por favor no tardes, pronto comenzará a llover.

- No tardaré Hanna - sonrió - lo prometo.

Hanna asintió con la cabeza.

Salió rumbo al parque, hacía frío y él viento tomaba más fuerza.
Con su bufanda cubrió sus mejillas.

De entre esa bufanda y gorro, ambos de color negro, se asomaban sus ojos verdes, como un par de cuentas de jade que brillaban al tocar la luz del sol.

Los mechones de su cabello, se escapaban de aquel gorro y se movían al ritmo del viento, acariciando sus rosadas mejillas.

Unas cuantas hojas caían de los árboles, pues no muchas soportaban la fuerza del viento.

Caminó alrededor de 15 minutos para llegar al parque. Un tanto solo para ser domingo.

Con la mirada comenzó a buscar un lugar que fuera adecuado para escribir.

Observó una banca cercana a la fuente, debajo de un árbol.

- Perfecto- exclamó caminando hacia esta - aquí nadie me molestará.

Ya ahí tomó su mochila ( de color negro también) y sacó lápiz y cuaderno.

Miró al suelo, aún no se le ocurría que escribir. Sus botas estaban polvorientas, pues con él viento la tierra se levantaba de las jardineras de alrededor.

Miró él cielo y una nube parecía tener forma de un dinosaurio, al mirar al frente una chica tomaba agua.

Las palabras comenzaron a aparecer en su mente. Escribía, borraba y las acomodaba de tal modo que la canción tomara forma.

Por otro lado Yamile jugaba vídeojuegos. Estaba en casa descansando. Pues, había estudiado bastante y presentado él proyecto con éxito.

Sin más comenzó a tararear,no conocía esa canción pero vaya que se la sabía.

Comenzó a cantar algo sobre una chica que se alimentaba de sangre de dinosaurios.

- Ahora ¿ Que tanto cantas tu pinche loca?- Yamile volteó hacia la entrada de la casa. Era Karley.
Ella hablaba así, para Karley era hablar con cariño y tanto Yamile como Alex y su madre ya lo consideraban normal.

- No lo sé, solo salió así - respondió Yami frunciendo el ceño, al mismo tiempo que colocaba pausa a su videojuego favorito. Tomb Raider, las aventuras de Lara Croft.

- Hay Yami, estas bien loca ¿ Como una chica se va a alimentar de sangre de dinosaurios si esos ya ni existen? Eres rara, pero así te quiero hermana - dijo Karley dándole un abrazo a Yamile.

- No soy rara, soy única, que es diferente , no soy común, como él resto - aseguró Yamile correspondiendo él abrazo.

- Lo sé hermana, lo sé, tu con The Beatles y Metallica y yo con Slayer y Ozzy Osborn, un par de rosas negras, únicas y frágiles, condenadas a vivir en un jardín lleno de flores comunes - Yami levantó ambas cejas en señal de sorpresa.