( Esta obra esta en edición, una disculpa si contiene errores)
Yamile tenia una vida bastante agradable hasta que un chico llegó a su vida.
Lauri Ylönen, un chico un tanto extrovertido y con un gran sueño, tener la banda más famosa de Finlandia.
A...
Holagraciasporcontinuarleyendo ( losé,debo caer gordacontantoagradecimiento) peroparamiesmuyimportantesabersuopiniónyclarocontestaralgunasdudasquetengan. Y mil disculpas por no actualizar me robaron mi cel y apenas me compré otro.
El sol comenzó a salir, de entre las cortinas de la habitación de Yamile de asomaban unos tímidos rayos de luz. Poco a poco sus ojos se abrieron, se llevó las manos al rostro y comenzó a frotar sus ojos.
No recordaba bien lo que había ocurrido en la fiesta, sólo le dolía un poco la cabeza. Hizo a un lado las sábanas y se sentó a la orilla de la cama. Sus medias eran algo delgadas y pudo sentir el frío del piso. Levantó sus pies a unos centímetros del suelo a modo que no lo tocara, soltó un suspiro y miró al suelo. De su lado izquierdo cerca de un pequeño buró café yacía una pluma morada tirada en el suelo.
Yam se agachó y la tomó entre sus dedos, era suave. Un aroma familiar invadio el pequeño espacio. Yam se acercó la pluma a la nariz y efectivamente, era de Lauri. Una sonrisa se dibujo en su rostro. El había estado ahí, pero no lo recordaba, sólo le quedaba una duda...¿ De verdad Lauri la había besado o sólo fue su imaginación?
Sin perder tiempo se puso de pie, se ducho y se puso su ropa favorita. Una blusa lila, una falda corta y negra, medias moradas, botas negras y su típico listón morado entre sus desarreglados rizos.
Bajó a la sala tomó un yogurt y una manzana del refrigerador.
Sin más salió de casa.
- ¡ Hey Yam! ¿ A donde vas? - gritó Alex.
- ¡A casa de Anel, no tardo!
La casa de Anel estaba a solo unas cuadras, a lo mucho eran unos 20 minutos a pie.
Al llegar la señora Samantha, Anel y Christian despedían a Louis y a Cindy, pues se iban de luna de miel. Yamile había sido amiga de Anel desde hace ya varios años. De hecho como se conocieron fue un poco extraño.
Ese día transcurría de forma normal como cualquier otro.
Karley se había quedado en casa de sus abuelos (otra vez) así que Yam y Alex irían a buscarla.
Al salir vieron a una pequeña niña de cabello rubio, rizado y desordenado unas cuantas pecas adornaban su rostro, sus ojos claros observaron curiosos a la chica que la miraba, aquélla chica de cabello castaño y rizado esbozó una sonrisa.
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