Mientras ella dormía plácidamente yo me encargaba de preparar mis herramientas: aguja, tijeras, hilo, gasas, alcohol... todo listo.
Para asegurarme que no escaparan los amarré entre ellos, los senté en unos bancos, espalda con espalda y finalmente los amordacé.
Comencé por coser sus orejas, el sonido del cartílago crujiendo era estupendo, seguí con su cuello, luego los hombros y así sucesivamente hasta llegar a sus pies.
–¡Aaay~ que niños tan buenos!–Exclamé al terminar de unirlos –Por comportarse como es debido les daré un premio– Me acerque a el rostro de Rose y la bese tierna mente en los labios, cuando estaba apunto de hacer lo mismo con Alfred, caí de sentón al percatarme de que me miraba furiosamente.
No pude evitar soltar una carcajada –oh Alfred, ten más cuidado casi me matas del susto– dije mientras me levantaba del frío piso de madera.
Alfred se movía violentamente intentando despertar a Rose y eso no fue muy difícil ya que al moverse ambos sentían dolor.
Los dos asustados comenzaron a sollozar, y yo sin entender el motivo le quite la mordaza a Rose de la boca para que me explicara.
Tosió un poco de sangre antes de gritar–¡¿Qué es lo que te pasa?! ¡Libéranos ahora mismo!-Yo no podía comprender aquél enojo, lo único que hice fue ayudarlos a que nunca se separaran –Ah, pero... ¿Por qué debería hacerlo?– le respondí sonriendo–Yo solo quiero lo mejor para ustedes– Rose estaba por reclamar cuando le solté una bofetada– Te amo ¿acaso no lo entiendes?– añadí algo sonrojada.
Volví a colocarle la mordaza y curé sus heridas, cada vez que les ponía alcohol ellos hacían muecas de dolor. Que lindos~
Deje pasar unos días, yo sabía que no nos encontrarían pronto, los llevé a una cabaña que mis padres tenían en el bosque, solo ellos, Rose y yo sabíamos su ubicación pues jugábamos aquí de pequeñas, era nuestro lugar secreto.
Fue bastante difícil traerlos desde mi casa, eran pesados, pero me las arregle para a mitad de la noche subirlos al auto y conducir hasta acá.
Cautericé sus heridas para que no se desangraran, por suerte mi madre era una medico cirujana y aprendí de ella hasta que murió repentinamente. Comencé a trabajar a los 12 años, se supone que es ilegal pero un vecino llamado Nicolas tenía una tienda y al saber mi situación, me lo permitió. Lamentablemente tuve que renunciar para poder "ayudar" a Rose, no quería que él llamara a la policía para reportarme como desaparecida si faltaba al trabajo.
Le dije que había encontrado un trabajo con mejor paga y él se alegró por mi –Lamento no poder aumentar tu sueldo pero no olvides que aquí siempre serás bien recibida– me dijo con los ojos humedecidos.
Nicolas era a la única persona que extrañaría de mi anterior vida, pero ahora tenia que concentrarme en mi objetivo...
Me acerqué a la pareja, se veían demacrados y los ojos de Rose habían perdido el brillo que los caracterizaba.
Quería animarlos así que decidí que ya era el momento de exponer mis verdaderas intenciones –Hey chicos, vamos a jugar–*********************
¡Hola bolas! 7u7
Espero que les gustara este capítulo, tratamos de hacerlo más largo de lo habitual para compensar que ayer no subimos nada
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¡Hasta el próximo capítulo! (。・ω・。)/
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¿Quieres jugar conmigo? (+18)
Short Story¿Qué tanto conoces a tus amigos?¿Que tan fuertes son los lazos que los unen?¿Lo sabes? Probablemente no... ➡Esta historia narra la vida de Amber y Rose, dos mejores amigas y de los conflictos que pondrán a prueba su amistad, volviéndola tan retorc...