Capitulo 51

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CAPITULO 51 -...-

-¡Joder eres inútil! ¡Geh zum teufel! (vete a la mierda) -inspire profundamente al ver como Christian insultaba a la persona del otro lado de la línea y lanzaba otra de sus pertenencias contra la pared. -¡Arschloch! (gilipollas) ¡No saben cómo programar un maldito vuelo! ¡Scheisse! (mierda) -pateo su escritorio. -¡Esta noche dije! ¡Joder son unos inútiles! ¡Alemania. A-L-E-M-A-N-I-A! ¿¡Hace falta que te lo deletreé de nuevo!? ¡Arschloch! (gilipollas).

Por milésima vez, limpie mi rostro con la manga de mi camisa, tome mi bolso al ponerme de pie y salí de la habitación dejándolo solo en su habitación. No puedo evitar romperme, y porque? Bueno pues, se va. Se va y sin decirme el porqué de su repentino viaje. Se va a ir, dejándome sola y con muchas preguntas en mi cabeza. No quiso darme ninguna explicación, simplemente se va a ir y no puedo confiar en que volverá. Sus palabras en aquella cafetería me dolieron, mientras que el me observaba esperando a que lo felicitara. Felicitarlo? Qué? Después de eso ninguno de los dos dijo otra palabra. Ambos permanecimos en silencio hasta que bajamos de su vehículo y entramos al departamento. Pero, el silencio incomodo que había en la habitación, fue interrumpido por el sonido de un teléfono. SU teléfono. Era la agencia de viajes, disculpándose por no haber avisado antes de que su viaje se cancelaría. Desde ese momento Christian comenzó a gritarle a su teléfono maldiciendo a los pobres empleados de esa agencia. Nunca lo había visto de esa forma. Tan enojado. Tanto que hasta me daba miedo. Por eso mismo decidí salir de esa habitación y bajar a la sala. No podía soportar verlo comportarse de esa manera tan agresiva.

Julia y James se encontraban fuera, divirtiéndose quién sabe en donde, mientras que yo me debatía entre salir del departamento e irme a casa a llorar o a quedarme y esperar a que se calme para poder hablar. Un millón de preguntas estallaron en mi cabeza al escuchar el sonido de algo rompiéndose, pero fui incapaz de levantarme. Me sentía mal. No podía pensar en otra cosas que en sus palabras. "No quiero que te tomes a mal lo que voy a decirte" "Me iré a Alemania" "Mañana"... Y la misma pregunta volvió a rondar por mi cabeza... Porque? Porque te vas Christian?

-¡James responde el maldito teléfono, es la quinta vez que te llamo! -todos mis sentidos se pusieron alerta al escuchar unos pasos por las escaleras. Rápidamente, antes de que llegara a la sala, mi cuerpo decide ponerse de pie y salir del departamento sin mirar atrás. Necesita calmarse Alex... Mi subconsciente trato de hacerme entrar en razón y por un momento decidí hacerle caso. Solo tiene que calmarse. Me repetí a mi misma y cerré mis ojos al sentir el viento sobre mi rostro. El volverá y todo será como antes. Suspire al abrir mis ojos y clave la vista sobre el cielo. Porque él, es tan difícil? -¡Alexa! -no aparte la vista en ningún momento. Continúe con mi mirada perdida en el cielo. -¿¡Alexa donde estas!? -observe como las nubes lentamente se movían hacia otra parte creando distintas formas que dejaban mucho en la imaginación de uno. Es muy relajante quedárselas viendo, pensé. -Alexa... -volví a suspirar al oír la puerta de entrada abrirse y cerrarse. -Hey... -escuche las tablas del suelo crujir. -Creí que te habías ido. -cerré mis ojos al sentir sus manos sobre mi vientre. -Alexa? -Christian paso sus piernas a cada lado de las mías y recostó su cabeza sobre mi espalda. -Todo esto es una mierda. -lo sentí respirar profundamente. -Dime algo, por favor...

-Solucionaron el problema? -fue lo único que logro salir de mis boca. Mi voz salió temblorosa y casi en un susurro.

-Sí, lograron solucionarlo. -apreté mis labios con fuerza antes de responder a eso. No quería llorar.

-Cuando te vas? -susurre antes de dejar que un par de lagrimas se deslicen por mis mejillas. No soy tan fuerte como pensé...

-Esta noche. Lo programaron para las 23:00hs. -asentí sin dejar de mirar al cielo. -Quieres acompañarme al aeropuerto? -no conteste. -Me quedaría contigo Alexa y lo sabes, pero no puedo. -asentí. -Dios... Joder. -soltó un suspiro y me soltó. Volvió a ponerse de pie. -Iré a empacar. -no fui capaz ni de gírame hacia él. Porque no puede darse cuenta de cuánto lo necesito en este momento. -Scheisse (mierda) -susurro y camino hacia el departamento, dejándome de nuevo sola. Genial.

Obsessive Poison [REESCRIBIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora