Capitulo 52

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CAPITULO 52 -CONSECUENCIAS-

Viernes.

Habían pasado ya tres días desde que Christian logro comunicarse conmigo. Tres días en los cuales, simplemente no hice gran cosa más que salir a caminar junto a Gemma y soportar dos aburridas cenas en familia. Nada más que eso. Tres interminables días en los cuales no pare de pensar en que algo malo le sucedió y que yo estaba demasiado lejos como para intentar hacer algo. Y para completar mi día, su teléfono estaba fuera de servicio preocupándome cada vez más y más.

*Julia: Hemos llegado bien a Italia. Ya te extraño amiga. Te llamare cuando pueda.
*Mason: Chicago es hermoso. Quisiera que estes aqui conmigo :( La abuela te envia saludos. Te llamare todas las noches. Releí los mensajes de mis mejores amigos por quinta vez desde que desperté. Por desgracia ellos también se encontraban muy lejos de mí. Hacía dos días que Julia se fue junto a James y Mason con su familia. Aun no he recibido ni una llamada por parte de los dos por si se lo preguntan.

"Alexa" escuche gritar a alguien desde la sala, pero estaba tan perdida en mis pensamientos que no le di importancia y continué pensando en el. Dios, estoy hecha un lio, desde que recibí la única llamada que me hizo en el centro comercial, no paro de pensar en ello. Donde estará? Se encontrara bien? Esas preguntas no desaparecían de mi mente. Porque se habrá cortado la línea? Le habrá ocurrido algo malo? Julia dijo que no debía preocuparme, pero... -¡Alexa! - Jeremy entro a mi habitación.

-¡Jeremy! -exclame furiosa y confundida a la vez. -Que estás haciendo aquí?

-Quiero saber lo mismo. -fruncí el ceño. Me acerque a él. -Habíamos quedado? -pregunto enfadado.

-Mmm, que yo recuerde... -entrecerré mis ojos intentando recordar cuando acepte a salir con esta persona que tengo en frente.

-¡La Fiesta! -exclamo. -Íbamos a elegir la ropa para la fiesta. -mi expresión cambio a una de confusión. -Pero, claro estas tan concentrada en... Espera tu madre no te lo dijo? -negué. -Donde esta ella?

-No lo sé. -me encogí de hombros. -Y de que fiesta estás hablando? Porque iría a una fiesta contigo? A caso no recuerdas que no te soporto?

-Oh vamos, no seas así... Unos amigos míos, organizaron una fiesta en Downey, California a 20km de aquí. -sonrió. -Qué me dices? -"Prefiero que te quedes en casa mientras yo no esté" Las palabras de Christian resonaron en mi mente. -Alexa? Y bien? Vamos tu madre dijo que quizás quieras ir y la mía no me dejara ir si tu no vas.

-No creo que sea buena idea. -rasque mi nuca nerviosa.

-Oh, vamos. Dejare de ser una basura contigo. Si? -rio. -Vamos Al, vive un poco. -rodee mis ojos. -Estaremos juntos lo prometo, además habrá gente conocida y jamás dejaría que algo nos pasara. -insistió.

-Yo creo que... -alzo una de sus cejas esperando mi respuesta. -Está bien. -suspire resignada. -Pero al primer problema que haya nos volvemos a casa.

-Sana y salva, lo prometo. -me abrazo. -Vamos a conseguirte algo para esta noche. -rio.

-Deja que tome mi bolso y vamos. -lo señale. Este asintió emocionado mientras volvía a salir por la puerta de mi habitación. Inspire profundamente guarde mi teléfono, acomode mi pelo a una cola alta y seguí a el mayor estorbo de mi vida. Una fiesta no le haría mal a nadie o sí? Jeremy tiene razón y no debería arruinar mis vacaciones quedándome en casa sin hacer algo productivo. Que podría salir mal?

[...]

Me abrace a mi misma al sentir la fría brisa golpear mi rostro mientras tarareaba What Do You Mean? Y observaba a los niños correr a mí alrededor. Habían pasado algunas horas desde que Jeremy me dejo en casa, así que para no aburrirme decidí salir a caminar para despejar un poco la mente. Obviamente que no funciono. Mi cabeza no dejaba de pensar en todo. Y cuando me refiero a Todo, hablo del cambio que tuvo mi vida al llegar aquí. Y como siempre a la última persona a la que podía culpar de ese cambio, se encontraba muy lejos como para reclamarle algo. Intente no darle vueltas al asunto, pero al tratar de llamarlo, su teléfono decidió enviarme nuevamente a su casilla de mensajes. Olvídalo. Me repetía mi subconsciente. Pero me era imposible no pensar en otra cosa, así que de mala gana comencé a caminar y caminar. No iba a ningún lado en especial, simplemente camine. Al final del día me encontraba en un café, algo lejos de mi casa, pero había sido el único lugar al que entre y sentí que podía conseguir algo de tranquilidad. Así que, me acomode en la cómoda silla de plástico mientras me limitaba a observar a las personas que entraban y salían del pequeño local. Paz. Era lo único que necesitaba y logre encontrar. Sonreí en agradecimiento a una señora mayor cuando dejo una humeante taza de café frente a mí, junto a unos panecillos de mantequilla y un par de utensilios que podrían servirme.

Obsessive Poison [REESCRIBIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora