Capítulo 1 "El encuentro"

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- Érica ya es hora de levantarse -susurro una suave voz.

- mmm

-¿Me escuchaste? Apúrate o te irás sin desayunar... Otra vez - dijo la misma voz pero con un tono de enojó.

- Ya voy - me limité a decir... cinco minutos después de que se fue.

Seguía medio dormida cuando me levanté de la cama y me pegué contra la misma; aún no me acostumbraba a levantarme temprano pues solo llevaba una semana de asistir a la escuela, estoy cursando 3 de secundaria.

Ya había agarrado mi uniforme y todo lo que necesitaba, todo a oscuras ya que compartía cuarto con mi hermana mayor de 22 años, se enojaba horrendamente cuando la despertaba con la luz pues por aquellos años teníamos a  nuestro gato y nos hacía difícil el dormir.

Con cuidado me encamine al baño que se encontraba afuera de mi habitación, cuando logre salir sin ser asesinada entre en el baño y el espejo de enfrente dejaba ver a una chica delgada de estatura promedio, cabello color chocolate que solía llegarme hasta los pechos, piel de tono claro y ojos café que por cierto necesitaban lentes. Desde que tengo uso de razón lo que más me gustaba de mi era un lunar en la esquina de mi labio inferior, me gustaba.

Me disculparas pero no encuentro mejor manera de iniciar ésto que con aquel día, con aquella rutina que sería rota de poco a poco, con aquella apariencia que fue desapareciendo y sinceramente tienes que conocerme.

Tenía aspecto de zombie para ser sincera, todo porque me despertaron temprano, me arregle apurada ya que mi mamá no dejaba de gritar ¡Erica! Y cuando yo respondía ella no decía nada, eso me ponía de malas.
Me acomode mi cabello en una coleta de lado, me enchine las pestañas y adiós apariencia de zombie; baje de malas, me era difícil tener un desayuno decente pues de por sí salía tarde para ir a la escuela y luego teníamos que llevar al error de mi hermano con nosotros.

Comúnmente en el camino yo escuchaba música o me dormía y ese día  no fue la excepción así que me quede perdida en la música.

- Érica, ya llegamos ahorita yo te abro- dijo mi papá un poco molesto porque no desayune nada.

Ese hombre se la vivía molesto.

Baje del carro con cara de mátenme ya que a primera hora si no me equivoco tenía orientación con esa mujer que no le paraba la boca y hacia ruidos extraños cuando hablaba. Mi papá me cargaba la mochila mientras me daba un sermón sobre la comida y el tiempo, la verdad no le ponía nada de atención.

- ¿Me estás escuchando?- así terminaba siempre el sermón, esa pregunta era la más típica que salía de su boca.

- Si - mentía con desdén.

Me dirigía miradas que decía más que mil palabras.

- ¿Como vas a escuchar con esas porquerías en las orejas?

- No estoy escuchando música y sí lo que te preocupa es que me quede sorda no te preocupes eso es de familia, papá - dije sonriendo pues era burla hacía mi mamá, su mirada se suavizo y río conmigo.

- No dejaré que te burles de tu mamá ten más respeto  y come por favor Érica o te juro que la comida te entrara por una sonda ¿ok?

- De acuerdo,  papá

Me despedí y entre a la escuela. Subí unas escaleras, no muchas ya que mi salón se encontraba en el primer piso hasta el fondo. Cuando llegue solo había cuatro a seis niños en el interior del salón, yo me sentaba en la segunda fila del lado de la puerta en la ante penúltima banca. Mis amigos aún no llegaban así que me senté en mi banca y puse mi música a todo volumen. Me gustaba mago de oz y en ese entonces tenía mi trauma con "desde mi cielo " y me quede dormida.

"Lo diferente que éramos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora