Capitulo 26: " Regrese"

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Amo las vacaciones tanto como cualquiera pero esto estaba comenzando a hartarme. Las vacaciones del Diciembre de aquel entonces habían acabado con mi escasa paciencia  y eso nunca había pasado. Yo amaba levantarme tarde, despertar pasado el medio día, amaba mi desayuno-comida, disfrutaba el tirarme en la cama y ver una buena serie sin tener que parar pero, en las vacaciones de ese Diciembre no disfrute nada de lo anterior.

Odiaba esa espera de Diciembre, así lo veía como una espera, una muy desesperante espera que pesaba en mi espalda . No me interesaba levantarme tarde, lo odiaba, me molestaba desayunar a la hora de la comida y Dios mío como deteste las series endemoniadamente largas y ¿sabes por qué? Porque el hacer todo eso, el poder hacer todo aquello significaba una sola cosa, no la vería a ella y eso era lo único que yo quería, verla.

Ese mes no la vi otra vez, estaba de vacaciones con su familia en Hawái. Odie esa maldita distancia, de seguro Dios hizo Hawái tan lejos solo para fastidiarme la existencia.

En fin, ante tanta desesperación conseguí un empleo, claro que alguien en su sano juicio no contrataría a una joven de 15 años y menos si esa joven era yo. Gracias al cielo mi tía era una tremenda loca por lo que me dio trabajo en su hermoso acuario que se encontraba afueras de la ciudad en la que vivía.

Amaba ese acuario, amaba sus pisos, las paredes, cada estanque.

Casandra, una empleada y mejor amiga de la loca de mi tía, fue quien me enseño todo sobre ese lugar, realmente fue algo estresante. El acuario de la hermana de mi padre se caracterizaba por dar ciertas funciones con los animales, rutinas, ya sea bailar con ellos, jugar y tal vez hacer algún truco pero incluso el nadar con ellos bastaba. A la gente le encantaba y a los niños ni se diga, era en el único lugar en el que no me molestaba que los niños gritaran, ese lugar era como el paraíso para mi.

Comprenderás que al ver santo lugar yo moría de ganas de meterme al agua, de nadar con esos animales, en especial con los tiburones, moría por hacer la rutina que hacia Casandra con ellos, pero bueno aquel día que lo pedí  Casandra solo dijo ...

- No- soltó de repente cuando estábamos atrás de los tanques - ¿Estas loca?

Casandra era una chica de unos treinta y algo. Su cabello era rubio, un rubio dorado, sus ojos eran de color verde aceitunado, su piel era blanquecina,  las facciones de su rostro eran finas y cuando sonreía unos hoyuelos se marcaban en sus mejillas dándole un aspecto mas jovial, ella lucia como alguien feliz. Ese día vestía un traje de buzo, negro con azul. Estaba alimentando a los tiburones.

- ¿Tu sabes acaso lo buena que soy nadando? - dije engreída.

- Oh claro que lo se, pero también se que si te meto ahí tu tía me pone como carnada a mi y créeme aun tengo mucho que vivir y un novio al cual besar -  dijo riendo .

- Ella diría que si - le susurré dejando la cubeta que sostenía y poniendo mis brazos en la cadera .

- Claro que diría que si -  escuche una voz a mis espaldas y caminando hacia nosotras estaba ella, la mujer que me diría que si a todas las locuras que quisiera . - ¿a que exactamente diría que si? - pregunto divertida

Mi tía Selena, era una mujer parecida a mi papá hasta cierto punto, bueno era su hermana después de todo. Ella tenia el cabello ondulado y castaño, un castaño oscuro, al igual que mi padre tenia la piel más blanca que yo hubiera visto, tan blanca como la nieve característica del invierno, si, ella parecía el invierno.
Poseía los mismos ojos azules que mi papá, solo que los de ella eran un poco mas claros y con una hermosa cortina de pestañas.
Mi tía Selena era de estatura alta pero no tanto como mi padre, bueno en aquel entonces para mi ambos eran enormes. Uno de los rasgos que mas me gustaba eran los dedos de sus mano eran largos y delgados, recuerdo bien como esos dedos solían pasarse por mi cabeza, entre mis cabellos y como dulcemente quitaban las lágrimas que resbalaban por mis mejillas. Sus facciones eran finas, se veía delicada a simple vista pero créeme era todo lo contrario, ella nunca fue de ese modo, ella podía mancharse las manos y rasparse las rodillas, romperse las uñas y al final tendría una sonrisa de satisfacción al callarle la boca a alguien, inclusive solo lo haría para callarse la boca a si misma.

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⏰ Última actualización: Jun 25, 2017 ⏰

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