six: she looked at me.

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Después de Camila aceptar con un frenetico "sí" la chica más alta la abrazo y prometió nunca dejarla sola para prevenir que volviera a caer. Dinah le contó como recien ese día había ingresado al colegio y Camila entendió la razón por la cual se acerco a ella; ella aún no había hablado con alguien y Nathan y Scott no la habían visto, porque de ser así no se hubiera molestado en ayudarla y tratarla tan bien, seguramente esos dos chicos le hubieran dicho falacias y hubieran creado historias para dejarla mal. Al llegar a la salida ellas se despidieron con un gran abrazo, no sin antes intercambiar número, si querían amigas tendrían que informarse de todo lo que le pasaba la una a la otra.

Camila llevo sus audifonos a sus orejas mientras se sumergia en sus pensamientos, recordó que mañana le devolvería la nota a Lauren y esperaba a que, por casualidad se encontrarán, o al menos poder escuchar su voz, o quizás verla de lejos, ella se conformaba con eso, con sólo verla.
El sonido de un coche aparcando y una voz masculina la alertó de que debía volver a casa.

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El día Viernes había llegado y Camila no podría estar más feliz, los Viernes significaban mucho para ella, ya que Nathan y Scott no la molestarían, ellos faltaban ese día a causa de sus fiestas, entrenamiento de fútbol americano o simplemente se escapaban porque era Viernes y para ellos las clases un día Viernes eran una real abominación.

Camila había escrito la noche anterior su nota para Lauren, en papel rosa y con algunos stickers brillantes y varios corazones, la verdad era que no era una nota en sí, era una carta, y Camila se había esforzado por no escribir cosas muy "comprometedoras" para no asustar a Lauren.

Apenas su silla logro pisar la entrada del instituto, Camila se dirigió con toda la rápidez que esta le permitía a la biblioteca, era uno de sus lugares preferidos, ya que ahí los chicos no la molestaban y ella podía escuchar música, leer o simplemente pasar el rato en paz y sin ruido. Buscó la sección de astronomía, era una sección un tanto aislada y solitaria, ningún estudiante se detenía o pasaba por esa sección, Camila se preguntó cómo era que nadie se interesaba por el universo. Paso su dedo por cada tomo de libro que había, ninguno era tan llamativo para ella, iba vagando por los estantes hasta que su vista se fijo en uno en especial, uno que si la capto por completo, sus ojos no se apartaron de él, estaba en uno de los estante más altos, casi muy arriba y debido al problema de Camila no podía estirarse demasiado, "Vamos, Cami, tú puedes" Se alento ella misma mientras hacía el intento de alcanzarlo y sacarlo con cuidado, pero para su mala suerte algunos libros terminaron por caer sobre su cabeza aturdiendola un poco.

— Ouch. — La pequeña se quejó y llevo por instinto su mano a su cabeza para aliviar un poco el dolor, seguramente le crecería un pequeño bulto en la parte alta de su cabeza, miro hacía todos lados rogando por que nadie la hubiera visto. Suspiro en alivio cuando supuso que nadie la habría visto en tan torpe situación, todo estaba en orden, no vio a nadie cerca de ella, pero Camila era tan distraída que no vio a la chica de ojos verdes atrás de ella, quien vio toda la escena, encontrando a la chica de ojos marrones adorable al querer tomar un libro por sus propios esfuerzos, si hubiera sabido ella misma le hubiera alcanzado el libro, pero dejó que lo intentará.

— ¿Estás bien? — Esa voz, rasposa y profunda. Camila conocía a la hermosa dueña de tan preciosa voz. Levantó la vista encontrandose con unos orbes verdes, que la miraban con preocupación y expectantes de su respuesta. Camila se quedo inmóvil, sólo podía mirar lo preciosa que se veía Lauren ese día, cabello despeinado, labial rojo que resaltaba sus carnosos labios, chaqueta de cuero y unos jeans rasgados que la hacían ver jodidamente perfecta. — Hey, no sé si me escuchaste, ¿Estás bien?

Camila reaccionó sintiendose apenada, no supo cuanto tiempo la estuvo mirando, agacho su cabeza sintiendo el color rojo poseer sus mejillas, el ver a la chica de ojos lindos la hacía perder la noción de todo tiempo. Ella solamente asintió mientras comenzaba a recoger con todo su esfuerzo los libros que había tirado.

— Déjame ayudarte. — Lauren se agacho y como si tuviera algún tipo de superpoder, en menos de un minuto ya tenía los libros amontonados y alineados perfectamente, mientras la mayor los dejaba en la estanteria de arriba, Camila se apresuro a dejar su pequeña carta en alguna página cualquier del libro que había tomado. Lauren se percató de que la chica sostenía aún un libro en sus manos. — ¿Vas a leerlo? — Camila nego rápidamente y se lo paso, apenas fue un roce de manos pero Camila sintió tocar el cielo cuando uno de sus dedos apenas paso por encima en la mano de la ojiverde, le dio una última mirada y una sonrisa amable en agradecimiento antes de irse con velocidad o al menos todo lo que daba su silla de ruedas, había tenido a su amor plátonico al frente y apenas pudo mover su cabeza para responderle. Aunque por un lado para ella eso fue bueno, Lauren al escuchar su voz podría haberla reconocido, pero que va, para Camila, Lauren jamás reconocería su voz, no era tan preciosa y adictiva como la de ella.

Lauren por otro lado, sostuvo el libro en sus manos, se detuvo un momento a pensar en lo que había pasado hace unos minutos, había interactuado con una chica inválida, le parecía un poco familiar, sentía conocerla, aunque jamás la había visto o no recordardaba haberle hablado antes. Vio el libro en sus manos y pudo ver como una punta de alguna hoja rosa sobresalía de una página, primero se dedicó a observar la portada, tenía un sol y una luna plasmados en ella, parecían estar besandose, llevaba como título "The moon and sun", abrió la página en la cual se econtraba la punta de ese papel rosa y se sorprendió al encontrar una carta, enseguida supo que era de Camila, había leído tantas veces la nota de "No" que ya se había acostumbrado a su letra y la lograría reconocer. Pensó en que si no hubiera llegado a tiempo, la chica en silla de ruedas pudo haberla leído y pensado que fuera para ella, pero no fue así, esa carta estaba destinada a ser para ella, como Camila, deshizo sus pensamientos y volvió la mirada hasta la carta escrita en papel rosa, no podía esperar, tenía que leerla ya.

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