"AGENTES 099"

Capitulo 3

POV:TYLER

─¡Si, dale!

─¿Más rápido?

─¡Sí!

─¡Vas a llegar!

El aviso de que había perdido apareció en letras grandes frente al monitor.

─Tyler, no sirves para esto.─me dijo mi mejor amigo.

─¡Y tu no sirves para nada!─ contesté a su insultó divertido.

─Touché...─ lo miré divertido.

─¿Qué pasó con la página que te di a hackear?

─Lo logre pero después me aburrí fue demasiado fácil.─ alardie solo un poco.

─¿Intentemos otro?─ me preguntó emocionado.

─¿Intentamos?─ pregunté alzando las cejas.

─Bueno intenta...

─ Busca una nueva agencia.─dije sin mucho interés.

─Seh...─ dijo y puso el ordenador en sus piernas.─ ¿C.I.A?

─No...

─¿Interpol?

─ No.

─¿Shield?

Lo miré con una cara de aburrimiento.

Iba a contestar pero me corto.

─¡No, no! Se la respuesta: No.─ dijo exactamente como yo lo digo, lo que me causó una risa.─ Ya, ya ¿A.C.I.P?

─¿Cuál es esa?─ preguntó interesado.

─ No lo sé, la encontré entre tus datos...

─ Dejame ver.─ le quite el aparato de las manos.─ Me gusta...

Una página llena de datos y códigos con fondo negro y letras verdes apareció en mi pantalla.

─ Wow.─ dijo asombrado viendo la pantalla.

─¿Qué?─ pregunte tenía su cara a centímetros de la mía.

─¿Te puedo besar?─ pregunta de la nada.

─ Sabes, eso no se pregunta, sol...

No espero a que contestara me beso no lo pensé dos veces y le seguí el beso. No es la primera vez que me besa.

Un ruido salió de la computadora separando nos por completo.

─Dirección IP encontrada, inicio de localización activada.─ dijo una voz de computadora y todo el programa torno rojo y apareció un aviso en rojo: error, se repite una y otra vez.

En cuestión de menos quince minutos tocaron la puerta de mi departamento.

─Toma.─ le pase la portátil.─ intenta cerrar la página ya vuelvo.

Me levanté de la cama y abrí la puerta y unos mastodontes de dos metros vestidos de negro y gafas de sol.

─¿Joven West?

─Si, pero debe ser un error, yo no ordené una limusina.

─¿Disculpe?

─¿No es un chofer?─reí.

─No entiendo el motivo de su risa, señor.

Rei y pare de golpe al notar que su semblante sigue serio.

─Oh, es enserio...

─Necesito que me acompañe.

─ ¿Qué?¿Por qué?

Ahora es él quien ríe.

─ Si no me acompaña me temo que tendré que levantar cargos...

─Bien iré, ¿pero y mi amigo?

─No se preocupe por él.─uno de los enormes tipos me sujeta del brazo y me saca de ahí casi arrastrandome.

Un lindo auto nos esperaba en el estacionamiento de mi apartamento.

─¿A dónde me llevan?

─ Vamos a la agencia que...─ el sonido de su celular lo corto.

─¿Dónde las vieron?

...

─¿Están seguros?

...

─Bien, voy para allá manda refuerzos. Señor, West, hay un ligero cambio de planes.

─¿De qué tipo?

─No se preocupe, nada tan malo.

¿Tan?

Después de unos cinco minutos llegamos a un callejón. Se donde estamos, en el lugar donde se llevan acabo las carreras y peleas clandestinas.

─¿Qué hacemos aquí?

─Esperar...

─¿Esperar? ¿esperar qué?

─No esperar que, sino a quien, en este caso quienes...

─Bien, ¿a quiénes esperamos?

─Estas apunto de averiguarlo...─ y sin más salió del auto y me dejó sólo.

No se movió, sólo se quedó de pie, se que esta hablando con alguien pero no logro identificar con quien.

Se cruzó de brazos y se recargo en la puerta del piloto. Lo que daría por poder escuchar...

De un momento a otro una de las puertas de atrás sé abrió de golpe causando que diera un pequeño salto por el susto. Una chica castaña, seguída de una pelinegra entraron al auto.

La castaña esta vestida con una ropa deportiva con una cola de caballo alta, en las dos puedo notar un rastro de sudor. En cambio la pelinegra está vestida de una manera completamente diferente a su compañera de asiento, un pantalón ajustado negro de cuero, una blusa roja ajustada.

Después de unos minutos en completo silencio llegamos a un gran edificio.

(***)En el elevador

─Este es es el peor día de mi patética existencia.─ dije mientras suspiraba y cubrí mi rostro con ambas manos.

─Ni que lo digas...─ concordó la pelinegra conmigo.

─Eh tenido peores.─ dijo la castaña.─ Soy Emma, ¿y tu?

─Soy, Tyler.

─No, no me pregunten...ni existo.─ dijo la pelinegra exagerando.─ Soy, Jess. Mucho gusto.

─ Jessica...─ dijo la castaña divertida y Jessica la miro furiosa.

─ Llámame así y será lo último que digas, soy Jess...─dijo ahora mirando directamente a mis ojos.

─¡Oh! Vamos Jess, no seas aburrida...─ estás dos se conocen.

─¿Aburrida? Hablo la diversión.─ molestó a su amiga.

Diablos... ¿En qué me metí?

En un elevador...

Oh tu callate...

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