Capitulo 3. Tus pruebas.

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e escuchaban los pasos que iban de aquí para allá en la planta de abajo. Apostaría todo lo que tenía a que era Jason pensando como rematarla.

Porque nadie le podía ganar.

Y eso todos lo aprendían por las malas.
Pero no me iba a dejar pisotear por él.
Camine lentamente hasta mi cama y me recosté allí mirando al techo.

Estaba todo muy tranquilo, demasiado para mi gusto.

La puerta se abrió de golpe haciendo un gran estruendo al chocar con la pared haciendo que me sentara de golpe.

- Dices que estás embarazada... - apareció Black detrás de la puerta más tranquilo. Se pasó las manos por el pelo y miro el suelo. Asentí despacio con la cabeza temiendo su reacción, era raro tener más de una oración si

- Pruébalo - levanto la mirada y me miró a los ojos. Por primera vez no veía odio en ellos, había una mezcla de miedo y nostalgia.

Se veía vulnerable.

Lo observe lentamente tratando de analizarlo. Sinceramente no lo conocía mucho, no sabia sus gustos ni mucho menos sus problemas.

Tenía unas ganas inmensas de abrazarlo. Pero por lo poco y nada que lo conocía sabia que no le gustaría eso. Primero porque era yo y segundo porque es el típico hombre que se cree de piedra.
Lo sabía porque había vivido toda mi vida rodeada de esta clase de "machos ".

"Los hombres de verdad no lloran" era la frase que mi papá repetía siempre. Un par de veces me la había dicho cuando me lastimaba y yo lloraba más diciéndole que no era un hombre.

Me pare y me acerqué lentamente.

Lo observe con un poco de miedo esperando una reacción.
Que no llego.

Rodee su cintura con mis brazos esperando que me aleje.

No lo hizo.

Me rodeo lentamente con sus brazos y escondió su cabeza en mi cuello.
Para ser sincera me esperaba cualquier cosa menos aquello.
Me apretó más contra él y yo lo sostuve. Le acaricié el pelo y la espalda tratando de calmarlo.

-Si supieras y fueras una persona decente, no me harías esto. - Susurro con la voz dolida.

De repente se separó bruscamente y me miró con los ojos cristalizados. Intentó fulminarme con la mirada pero al no conseguirlo siempre ente giró sobre sus talones yéndose.

Suspiré sonoramente y me pase las manos por la cara en signo de exasperación.
Un portazo de la puerta de entrada resonó en el silencio que se había formado seguido del motor acelerando a tope.

Jason Black ¿Qué ocultas?

Me pregunté mientras observaba por la ventana la marca de las llantas en el pavimento.

¿Debería ver a dónde va? ¿Llamarlo? ¿Algo?

Quería pensar que iba a estar bien.
Apoye las manos delicadamente sobre mi vientre y recordé la charla de hace un rato.

"Pruébalo" sus palabras volvieron a mi mente.

Y lo haría.
Cogí las llaves de mi auto y salí.

Empuje las pesadas puertas del hospital y me acerqué a la secretaria que tecleaba algo rápidamente en la computadora mientras hacía un ruido molesto con el chicle.
Parecía una vaca pastando.
Fruncí el ceño para luego reemplazarlo con una sonrisa amable.
Luego de preguntarle si podía hacer una prueba de embarazo. A lo que ella respondió.
- Lo siento, pero debes pedir turno dulzura -

- ¿Dónde estabas? - me recibió una voz ronca. Cerré la puerta con llave y me acerqué a Jason que se encontraba sentado en el sofá mirando algo en la televisión.
- Tus pruebas - dije arrojándole el sobre sobre el regazo.
Me miró confundido y abrió el sobre.
Apoye mi cadera en el respaldo del sofá al lado de él mientras leía el contenido del sobre.
- ¿Cómo sé que no falsificaste esto?- frunció el ceño mientras guardaba de nuevo el papel en el sobre.
Tal vez le había pagado una cifra para que me dieran los resultados rápido. ¡Pero no los falsifique!
- ¿En serio me crees capaz de eso? - lo mire entre furiosa y dolida. Jason se encogió de hombros en respuesta y me observó atentamente. - No caería tan bajo Jay. - dije remarcando el apodo que tanto odiaba.
- Jason - me corrigió.
- ¿Qué, Jay? - le pregunte con un tono inocente.
- No te hagas la tonta Feldman.
- Disculpa por no ser tan inteligente como tu Jay - dije sarcásticamente.
Él suspiro en rendición.
- Mañana iremos a un médico de mi confianza Abbie - dijo remarcando el "mi" y el "Abbie".
Solté una risa por su intento de enfadarme por mi apodo. Cuando era todo lo contrario, odiaba que me dijeran mi nombre completo. Me recordaba a cuando mi padre me regañaba por haber roto algo.
- Como quieras Jay-Jay - solté una carcajada al ver cómo se molestaba.
Le sonreí con toda la inocencia que pude reunir y subí las escaleras para ir a mi habitación.

Jason ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora