Capítulo 8. Cariño

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Volvíamos otra vez.
Cuando me desperté parecía que Jason no se encontraba en la casa. Suspiré con frustración mientras tiraba las sábanas lejos e iba hacia la cocina.
Abrí la alacena buscando un cereal. Nunca me había gustado el cereal, pero por alguna razón hoy se me antojaba.
Me estiré en un puntitas de pie y no llegaba. Resoplé frustrada y me iba a rendir cuando vi un brazo más largo que lo tomo y me la pasó.
Gire el cuello para encontrarme a Jason con un semblante serio mientras seguía con la caja en la mano.
Él sacudió la caja frente a mi cara y lo apoyo en la mesa que estaba a su lado.
- Me voy a trabajar ¿Necesitas algo? - pregunto neutralmente.
Era un leve progreso, muy leve. Por lo menos no me miraba mal como de costumbre.
Negué con la cabeza mientras colocaba los cereales de colores y vertía leche en ellos.
Clave una cuchara con frustración en el tazón mientras apoyaba mi cabeza en mi puño y el codo en la mesa.
Comí una cucharada mientras Jason se ajustaba la corbata mirándose en el reflejo del microondas. Sonreí con la boca cerrada ante la graciosa imagen.
Por alguna razón el gusto de la leche en mi paladar me causo repulsión. Salte del banquito y corrí escaleras arriba mientras escuchaba los pasos apresurados de Jason seguirme. Abrí la puerta del baño de un portazo y caí al lado del inodoro.
Se me llenaron los ojos de lágrimas por el esfuerzo al no poder vomitar porque tenía el estómago vacío.
Jason posó una mano en mi espalda y la saque como pude.
Odiaba que la gente me viese en este estado. Débil. Y por sobre todas las personas él.
Solté un sollozo luego de expulsar lo poco que tenía en el estómago y me arrastré hasta la pared como pude. Apoye mi espalda en la pared y traje mis rodillas al pecho para esconder mi cabeza entre ellas.
Las lágrimas corrían por mi rostro y caían en mi pantalón.
El brazo de Jason me rodeo por los hombros y me atrajo a su pecho.
- Sh, tranquila -dijo en un susurro mientras me mecía en sus brazos. Intenté alejarlo pero me sentía frágil. No sabía si porque acababa de devolver todo o por qué el me tenía en sus brazos.
- Jason...
- ¿Qué pasa, cariño?

No le conteste, no sabia si por el asombro por el apodo o solamente no sabia que decir.
Disfrute estar en sus brazos y me acurruqué más entre ellos.

Luego de unos minutos Jason me ayudó a recomponerme y luego de lavarme los dientes, me llevo a la cama y me arropo dejando un beso en la frente diciéndome que cualquier cosa lo llamara. Asentí con la cabeza y lo vi marchar.

Quizás no era tan desalmado como pensaba.

Me acomode más entre las sábanas y me dormí con la imagen de unos ojos mieles.

Jason esa noche volvió cambiado, con la vista vacía y una sonrisa falsa. Me saludo con un beso en la frente y se dirigió a la cocina sin más.
Seguí mirando la televisión sin darle demasiada atención y al rato la puerta se volvió a abrir y un cuerpo cayó a mi lado.

- Tenemos que hablar. - y al voltear en su dirección, allí estaba otra vez su fría mirada.

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⏰ Última actualización: Feb 10, 2018 ⏰

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Jason ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora