Capítulo 5. Ciego.

116 13 0
                                    


- ¿Qué te hizo Max? - dijo Jason con curiosidad entrando en mi habitación.
Bufé molesta por su presencia, no quería verlo.

- Si, pasa tranquilo - dije con sarcasmo evitando su pregunta. Odiaba que la gente entrase sin golpear la puerta.

Jason salió de la habitación cerrando la puerta. Mire confundida su acción.

- ¿Puedo pasar? - pregunto luego de golpear la puerta.

- No - le conteste. ¿Qué esperaba? ¿Que porque haya hecho eso ya estaría todo bien? No Jay, no.
No será tan fácil.
Sin importarle mi respuesta entro igualmente. Lo mire y alce una ceja y él se encogió de hombros.

- Lo intente por las buenas - dijo sentándose a mi lado en la cama. - pero no colaboras.

Negué con la cabeza y me tire hacia atrás quedando acostada.

- ¿Puedes decirme que pasó? - tenía una mirada que no pude descifrar.

- ¿Ahora te preocupas por mí?

- No - respondió fríamente. - para preocuparme tendría que existir algún sentimiento hacia a ti. Y lo único que siento es odio.

No le conteste, no tenía ganas de pelear con él. Suspiré exageradamente.

- Olvídalo Jay - dije no queriendo sacar el tema.

Él se encogió de hombros desinteresadamente y un sonido nos interrumpió.

Su celular.

Se levantó rápidamente y contesto. Escuche como respondía todo con monosílabos y fruncía el ceño en mi dirección.

Vi una chispa en sus ojos mieles.

Y ya comprobamos todos que nunca venía nada bueno después de eso.

Corto la llamada aún con esa mirada sobre mi.

- ¡Me mentiste! - rugió. Lo mire sin entender.

-¿A... A que te refieres? - tartamudeé intimidada por su grito. Siempre nos gritábamos y discutíamos, pero su grito simplemente fue... diferente.

- No te hagas la tonta Feldman - dijo con el odio chorreando en cada palabra. - ¡Inventaste un maldito embarazo!

-¡Yo no inventé nada! - le grite de vuelta. Tenía un presentimiento de que esto no iba a terminar nada bien.

- ¡Eres una perra! - dijo entre dientes. Sus ojos echaban llamas y yo no sabía qué decirle. Lo mire impactada por el insulto.

- ¡Estás loco! ¡Tú eres una mierda de persona! ¡Un total desalmado! - grite sin saber que tan fuertes podían ser esas palabras.

Jason se acercó hasta a mí.

- ¡¿Cómo puedes creer que yo inventaría algo así?! ¡No sé con qué personas te juntas! ¡Pero yo no soy una de esas!

- Eres mucho peor - susurro entre dientes.

- ¡No Jason! - mi voz tembló un poco al pronunciar su nombre. - Tu sabes perfectamente que no soy así, simplemente no lo quieres ver. ¡Porque además de desalmado y una mierda! ¡Eres un idiota y un ciego!

Lo siguiente lo vi pasar en cámara lenta. Como él levantó su mano con una intención demasiado clara.

-¡¿Estás loco, pedazo de idiota?! -le grite dando pasos hacia atrás con las manos en mi mejilla y lágrimas en los ojos.

- Abigail... - dijo con un leve temblor.

Jason ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora