Nuestros ojos están clavados los unos en los otros, su mirada inquieta y a la vez interrogante me pregunta "¿Qué está pasando?" lo que está pasando es que estoy intentando reprimir el deseo de mirar sus suaves y apetecibles labios, pero lo hago, mis ojos se escurren y desvío rápido mi mirada. Se ha dado cuenta. Mira los míos cómo si quisiera comérselos, creo que ya es suficiente y miro hacia la derecha para acto seguido ir hacia allí y seguir guardando las cosas en el armarito.

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Cuatro Minutos
JugendliteraturLos cuatro minutos más intensos que no olvidaría jamás. Un relato donde solo se refleja los cuatro minutos que se recuerdan de cuatro meses de tension y sentimientos a flor de piel.