Cuando creía que el infierno estaba en mi casa, el mismísimo Satán había llegado a joderme.
— Has estado todo el día fuera, ¿Has comido?
— Si — respondí a mi madre que estaba tomando un café con galletas.
Me dí la vuelta para ir a mi cuarto.
— Ven aquí
—¿Qué pasa?
— Tómate un café con galletas.
— Ya he comido.
— Anda, no hay por qué mentir.
Su comentario me pareció de lo más estúpido así que comencé a caminar a mi habitación.
— ¡Melisa! Ven.
— ¿Qué?
Tuvimos una discusión y terminé comiendo lo que me había pedido que coma, a pesar de ya haber comido con Roger.
Sin nada que decir me levanté de la mesa y ahora de forma exitosa fuí a mi cuarto.
Me sentía muy mal, pesada y culpable. Me daban ganas de llorar. Después de pensarlo cien veces me encerré en el baño a vomitar. Fue una de las cosas más placenteras que había probado en mucho tiempo.
Me miré al espejo y ya no estaba hinchada o llena. Lo mejor era que mis padres creían que había comido pero yo sabía que no era así. Me encantaba ésta sensación de livianez, había olvidado cómo se sentía.
A la mañana siguiente mis padres ya no estaban, se habían ido a trabajar y quedé yo sola en casa. Puse música fuerte y comencé a hacer ejercicio, abdominales, pilates, lo que sea.
Pasaron los días, yo seguía vomitando sin que mis padres lo notaran y Roger seguía sin dar señales de vida, hasta que recibí un mensaje.
《Mel, qué te parece si paso por ti a las 4 y pasamos un rato juntos en mi casa?》
《Me parece bien》
ESTÁS LEYENDO
Music, Boys & Binging (2da temporada)
RomanceA los temas se los trata por lo que son. Melisa Castellanos se estaba recuperando. A los médicos les sorprendió que una paciente se pueda recuperar de dicha enfermedad tan rápido. Ella se mostraba feliz, contenta y con autoestima. Segunda temporada...