~CAPÍTULO.19~ Una sincera disculpa no significa una segunda oportunidad.

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*Sam* (una semana después).

Por fin es septiembre el clima esta mucho mejor, no estaba de ánimos para salir así que les dije a las chicas que me quedaría en casa, al principio no querían creerme pero las convencí se fueron con Martin y Diplo. En cuanto a mi relación con Mike estamos casi igual solo que hace dos días, él intento acercarse a mí, pero yo no lo eh permitido no sé que esperar de él.

Tenía hambre ya era hora de almuerzo así que me cambie, me puse un short no muy corto pero sí ajustado y una delgada blusa de mangas larga color azul y mis zapatillas. Baje despacio por las gradas no escuchaba nada, me acerque a la cocina y vi que Mike estaba preparando algo para almorzar, no pude evitar sonreír al verlo intentando cortar unas verduras. ¿Entró o no? y volvemos a discutir... ahg al demonio con eso. Entre pero él no lo notó y me acerqué un poco hasta el borde de la mesa.

-¿Dónde esta Dim? –pregunte él sobresalto y accidentalmente se corto con el cuchillo el dedo. Bien hecho Sam. Rodee la mesa y me acerqué a él.

-No lo sé… salió m-muy t-temprano… !Auch! –se quejo, intento detener el sangrado lavándose pero no se detenía.

-¡Lo lamento no fue mi intención! –digo preocupada, tomé su mano para ver la herida, la retiró delicadamente.

-Estoy bien... no te preocupes.

-¡Déjame ver eso! eres tan necio –digo. Dudo un poco pero me dio su mano, la revise era un poco profundo el corte.

-No esta tan mal, espera un momento –digo me mira extraño, salí rápido busque un botiquín y volví, él estaba sentado sobre la mesa.

-Esto te arderá un poco –digo y limpié la herida, con un algodón con alcohol.

-¡Demonios! –se quejo y luego le coloque una venda.

-¡Listo! no hagas tanto alboroto.

-Pero sí me dolió, mmm ¡G-gracias! –dice me mira a los ojos, sentí que se había acercado a mi, no me había dado cuenta pero sostenía su mano, pero en sus ojos note un cambio ese brillo regreso.

-¿Q-que… es lo que hacías? –pregunte nerviosa.

-Preparaba el almuerzo, pero ahora creo que tendrá sabor a sangre… –dice mirando hacía la cocina, no pude evitar reírme me miro y se río también.

-Eso es muy raro... déjame y te ayudo yo te herí, b-bueno hice que te cortarás.

-¿Puedo ayudar? –dice solo asentí con la cabeza, se bajo de la mesa y prepare unas pechugas de pollo con las verduras, que Mike había logrado cortar. En menos de 10 minutos tenia el almuerzo listo, era la primera vez que hablábamos tranquilos y le cocinaba desde que nos separamos, era como si no hubiese pasado el problema.

Coloque los platos sobre la mesa y él trajo la bebida, nos sentamos y empezamos a comer, él se sentó cerca de mi como deseaba que todo volviera a ser como antes, concéntrate Sam pensé.

-Estaba muy bueno –dice y da un ultimo bocado, se limpia con la servilleta y cruza los brazos sobre la mesa.

-Es lo menos que podía hacer, no eres un buen cocinero podías quemar la casa.

-Soy bueno, sí... probaras lo que hago no dirías eso.

-¿Quieres matarme? –digo levantando una ceja.

-¿Hablas de matar? Te recuerdo que casi pierdo un dedo por tu culpa –dice levantando su dedo vendado.

Rodeé los ojos levante los platos y los coloqué en el lava vajillas. Luego me fui a la sala y me senté en el sofá más grande, él se sentó a mi lado demasiado cerca y puso su brazo sobre el respaldo del sofá.

~•EL CORAZÓN DE LAS TINIEBLAS•~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora