Casa de Elizabeth Torrealba, ahora ruina

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I

Se toman su tiempo

las brisas en darle

asiento al resto y la

ruina que el techo

abandona en su ansia

de irse volando;

Terminará pronto.

II

Los muebles y las losas han perdido

lo similar a los nuevo,

sin mostrar el esqueleto

los pelos y el hambre

se asustan y se

manchan – han de

mancharse también por los

meados de gatos

espantados del tiempo

que lleva cansado el tiempo

en aquella fisura;

Todas las fieras terminan anquilas.

III

Los cuartos no cuentan -

se han olvidado.

Con solo ganar la partida

lo hondo deja sin espacio

a lo inmenso,

perro sarnoso echado en

el pleno en su suerte;

Brota del resto solo semen y sudor

de lo demás, nada.

IV

Aquello será la cal pelada

de lo dejo – carcumen visible

y ruidoso al abandono.

Esta casa tiene termita que come concreto,

gotera podrida en paciencia y fe en que el nunca es la real condición de todo.

Aquellos viejos puentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora