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¿Pero quién podía haber manipulado de esa manera a Nagisa? ¿Quién querría quitarle esa felicidad?

...

Akari Yukimura, ¿verdad?
Ella no quería hacer triste al peliazul. Quería hacerlo feliz con una alegría que ella misma pudiera provocar. Y para eso debía borrar el pasado, o por lo menos intentarlo.

¿Pero era necesario matar a alguien que no tenía la posibilidad de defenderse? En fin, la misma "madre" no podía defenderse a sí mismo.

Pero habían muchas cosas sobre qué hablar. Y tenía que hablar YA.

Tomó sus llaves y salió a paso veloz de su casa hacia el departamento de su amante... O ex amante. Ni siquiera se molestó en cambiarse la ropa del día anterior.

Una vez hubo llegado al lugar, entró al edificio y tocó la puerta del departamento. Esperó un momento hasta que Shiota le abrió. Estaba cubierto con una toalla y con el pelo mojado. Tenía los ojos rojos e hinchados. Estaba pálido y temblaba como una vil gelatina.

Apenas alcanzó a alzar la mirada y encontrarse con aquellos ojos mercurio que lo volvían loco.
Pero ya no estaba para eso. Estaba oficialmente comprometido y... Bueno, su amado le había hecho sufrir demasiado.

- Karma... ¿Qué quieres? - Preguntó, haciéndose el fuerte. - ¿No te dije que no quería que volvieras a pensar en... Nosotros? - Le recordó el peliazul, tragando grueso al recordar a su pequeño.

- Nagisa... - Empezó a hablar serenamente. Pero luego se puso en un plan tan pueril y borde, que hasta él se sorprendió de porqué lo había hecho. - ¡¿Se puede saber porqué te estabas besando con Kayano?! - Preguntó como perro rabioso sujetándole de los hombros.

- Akari y yo nos vamos a casar. - Contestó Shiota frunciendo el ceño. ¿Es que solo por eso había ido a verle? - Nos casaremos pronto, y seremos felices.

- ¡PERO NO PUEDES CASARTE CON ELLA, MALDITA SEA! - Exclamó el pelirrojo con la cabeza echando humo.

- ¡¿Y POR QUÉ NO?! - Cuestionó el menor, soltándose del brusco agarre ajeno.

- PORQUE YA HAY ALGUIEN QUE TE AMA, Y MUCHO MÁS QUE ESA TIPEJA.

- ¡¿TIPEJA?! ¡¿Y QUÉ HAY DE TI, CABEZA DE MENSTRUACIÓN?! ¡POR ESO TODOS TE ODIAN!

- CÁLLATE, CABEZA DE LÁGRIMA. POR ESO TODO EN LA VIDA TE VA MAL.

- ¡¿AH, SÍ?! ¡¿SABES?, HASTA HACE CINCO SEGUNDOS ESTABA DEPRIMIDO POR HABER ABORTADO A NUESTRO HIJO! ¡PERO AHORA SÉ QUE NO PUDE HABER TOMADO MEJOR DECISIÓN! ¡TE ODIO, Y SÉ QUE TÚ TAMBIÉN ME ODIAS! ¡SÉ QUE MI HIJO ESTARÁ BIEN EN CUALQUIER LADO DONDE NO ESTÉS TÚ! ¡SI VINISTE PARA ECHARME EN CARA Y HACERME SENTIR MAL POR TODA LA DESGRACIA QUE HA SIDO MI VIDA DESDE QUE TE CONOCÍ, PUES LO LOGRASTE! ¡¡AHORA VETE!! - Gritó con una total rabia desde el interior de su ser, empujándole y tratando de cerrar la puerta en la cara ajena.

- NO VINE PARA ESO, NAGISA. - Replicó el contrario, empujando la puerta. Provocó que esta se abriera totalmente, y que el peliazul saliera disparado hacia el suelo al no ser tan fuerte.

- ¿Encima vienes a golpearme? Si tanto me odias, mejor mátame ya. - Articuló sollozando.

- Nagisa, lo siento. - Se disculpó el ojicobre, ayudando al otro para que se levantara. - Vine... A hablar sobre nuestro difunto hijo.

- ¿Qué quieres saber de él? ¿Cuánto me costó el aborto para que me devuelvas el dinero porque me adelanté? No te molestes, Akari lo pagó. - Aclaró cubriéndose el rostro para evitar que le viera llorando.

Te doy una oportunidad de amarme.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora