Capitulo I

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Pensaba que no había una prueba más difícil que la de matemáticas, pero que sea en una mañana con dolor de encías y con dolor de cabeza seria peor. Iba retrasada para llegar al colegio, así que me apresure y baje a la cocina, ahí estaba Debbi (mi nana y ama de llaves)
- ¡Buenos días Nana! - sonreí, tomando mi taza de té, y dándole un sorbo
- ¿Como amaneciste Clari? - me miro sonriente, hablandome con su voz cálida y dulce de siempre
- No, muy bien, ¿sabes? Tengo dolor de encías y de cabeza, para colmo tengo prueba hoy - suspiro cansada - bueno pequeña, para eso hay remedio, lo sabes - me extendió un frasco de pastillas y tome una, me dio unas gafas de sol y dijo - anda pequeña, Simón, te esta esperando con el Roll Roys de tu tío - termine mi taza de té y salí
- ¡Buenos días Clari! - sonreí devolviendole el saludo; subiendome al auto, y poniéndome los audífonos, q un volumen que pudiera soportar. A pesar de tener un beattle gris plata mi tío, obligaba a Simón a llevarme al colegio y recogerme, muy pocas veces llegaba yo sola, generalmente era cuando me quedaba en casa de Sonja o salíamos a algún sitio, siempre era yo la que iba a la casa de alguna compañera, ya que a mi tío no le gustaban las visitas y mucho menos que me quedara fuera de casa cuando el no estaba, hacia unas semanas habíamos discutido por teléfono, yo termine gritándole algunas cosas y colgando el teléfono, pidiéndole a Debbi y Simón no me pasaran sus recados, sabia que insistiría, así que no tenía ganas de escuchar su clásico "Diganle que me llame, que debemos arreglar las cosas y que entienda que no puedo ir por ahora, es muy importante el negocio que estoy arreglando. Den le mis saludos y cariños" así seria por al menos unos 3 días y después se cansaría, llegaría dos días mas tarde y hablaríamos, terminaríamos discutiendo y al día siguiente como si nada, una semana después se iría de nuevo y lo dejaría de ver casi tres semanas, suspire y volví mi vista al retrovisor, note que Simón me hacia señas para escucharle, me quite un auricular y le preste atención - Clari, tu tío llega hoy te estará esperando para cenar, así que pasare por ti. - suspire pesadamente y solo me limite a asentir con la cabeza.
Llegue al colegio y como siempre todos tenían la mirada puesta en mi, por el lujoso coche, jamas he sido aceptada entre mis compañeros, pero siempre estaba en su boca, me criticaban y yo hacia como si me diera igual, para ellos no pasaba de ser "la chica sin padres, pero millonaria" entre al salón de clases y me senté en mi lugar... Al poco rato llego el maestro y nos aplicó la prueba... Había respondido todo el examen, aun que sabia que me iría mal en un par de problemas. Salí y me dirigí directamente a la cafetería, saque un libro y me senté en la mesa mas alejada, en la que estaba una ventana que daba al bosque de la escuela y me sentía sola y tranquila, me puse mis auriculares y empecé a leer. Después de tres capítulos enteros levante la vista e iba entrando a la cafetería Sonja, con una gran sonrisa, se sentó enfrente de mi y me sonrió, me quite los audífonos y le mire - como te ha ido en la prueba, estaba difícil, ¿no? -sonreí indiferente - no mucho, pero los últimas preguntas estaban para acojonarse - le miro e hizo un sonido raro con la boca - ¿pero de que te quejas?, a ti siempre te va bien en las notas - me salio una pequeña risa y negué - es solo empeño Sonja, si al menos te empeñaras en estudiar un poco mas, y dejar de lado a ese chico, te iría mejor - le mire fijo - te juro que si estudio, pero no me entra nada - dijo cansada poniendo una mano en su mentón recargando el codo en la mesa, dirigiendo su mirada a la ventana - algún día, te llegara el chico indicado y te olvidarás de todo - Sonreí y se hizo un silencio que a mi me pareció enterno - \\¿el chico indicado para mi, es que en verdad existe?//
Regresamos a clases.

Al salir del colegio, ya estaba Simón esperándome, me subí y baje la ventana del auto, había sido un día largo... Y solo quería sentir el viento pegar en mi rostro, ya que en casa me esperaba un buen reto...
Al llegar, me baje y me dirigí, directamente al comedor, solo estaba un servicio, así que me di la vuelta y subí a mi habitación.
Cuando me cambie de ropa, hice mi tarea, estudie un poco. Después de eso me di una larga ducha y me acosté sobre la cama, tomando mi libro empezando a leerlo, cuando llegue a una frase que decia "el amor es para todos" entonces volví a recordar las palabras de mi amiga "algún día, te llegara el chico indicado y te olvidarás de todo" es que eso era algo imposible, era casi invisible, nadie se fijaría en una chica como yo, algo retraída, insegura, y tímida; suspire dejando el libro sobre mi buró y me meti bajo las sabanas, dispuesta a dormir, cuando escuche que tocaban a mi puerta, me senté y entro mi tío - mi pequeña princesa, ¿te he despertado, como has estado? - le mire negando - he estado bien tío - sonrei - disculpame por irme tanto tiempo, pero los negocios me tienen ocupado - me levante y camine hasta el dándole un pequeño abrazo //pensé que me retaría// suspire y le deje un beso sobre su mejilla - no te preocupes tío, te heche de menos. ¿Y como van los negocios? - me separe de el y lo miro fijo, el me revolvió el cabello y me regalo una sonrisa tierna - no lo entenderías pequeña - negué con la cabeza y me senté en la orilla de la cama haciéndole una gesto con la mano para que se sentara a mi lado - bueno, no importa. Ahora lo que importa es que estas aquí y estarás mas tiempo ¿no?
El me miro y asintió - eso pretendo, ya hablaremos mañana ahora ve a dormir que mañana hay escuela - se levanto dejando un beso en mi frente y saliendo de mi habitación - era un hombre muy reservado y me daba mi espacio. Aun que era muy estricto y mal humorado - esta bien buenas noches - dije mientras volvía a la cama -

Llegar a este lugar despues de tanto tiempo me era realmente incomodo pero no podía irme sin saber que había pasado ahí, entre al bar y estaba a reventar suspire y me abrí paso entre tanta muchedumbre, sentí como alguien empezaba a seguirme. No le di importancia y me dirigí al lugar privado de Johnny, abrí sin tocar y me senté - un gusto tenerte aquí, traficante de muerte - Sonreí de lado y me cruce de brazos poniendo pose chula - lo mismo digo John - le mire y Sonreí cínicamente - ¿Que trae por aquí a alguien como tu? - me encogi de hombros y suspire - un negocio ya sabes, ando cazando a ratas inmundas - le dije mirándole a los ojos, aventando un objeto que estaba sobre su escritorio contra el piso, haciendo que este se estrellara por el golpe, se puso violento y me encaro - mira, imbécil, alguien como tu ya no es respetado, mucho menos después de ser un traidor - me levante tomándolo del cuello y elevándolo un poco - y alguien como tu, una sucia e inmunda rata no le grita a alguien como yo... Así que escuchame bien - apreté mas el agarre - venia por el veinte por ciento de las ganancias ya que veo que tu pocilga sigue siendo lo mismo de hace años, pero por tu falta de respeto, sera el cuarenta por ciento y vendré todos los lunes, por mis ganancias; lo avente contra la pared y salí de su pocilga...

Un Dia MásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora