El precio de lastimar.

"Es increíble cómo una persona que hasta hace una semana era la causa de mi sonrisa, ahora es la razón de mis lágrimas. Cómo era incapaz de imaginarme sin él, y ahora desearía simplemente no haberle conocido. Cómo alguien puede un día decir que "soy su vida, no podría vivir sin mí", que "soy su todo" y otros chamuyos, y en una semana excusarse con que "no sentía lo mismo de antes", con que "no sabía que pasó". Increíble, cómo alguien pudo pasar de ser mi soporte a ser quien me haga caer. Como dos personas pueden pasar de ser la "pareja perfecta", hablarse todos los días, no pelear casi nunca, siempre que lograban verse no hacer otra cosa que abrazarse, contarse todo; a no dirigirse la palabra, a pasarse por el lado y actuar como si no se conocieran, olvidar siete cortos pero hermosos meses, cómo si no hubieran existido. ¿Cómo era posible?, ¿Dónde quedaron las promesas? ¿Dónde quedó el "siempre te voy a querer" que siempre nos prometíamos? ¿Qué nos pasó? En realidad, ¿qué le pasó a el? sería la pregunta, porque yo sigo cumpliendo esa promesa, en el fondo lo quiero, no de la misma forma pero lo quiero, él actúa como si nada y aunque no lo demuestre, en el fondo me duele. ¿Dónde mierda se fue el chico tierno, dulce, atento, cariñoso, cursi que hacía logrado enamorarme en tan poco tiempo?. Vamos, ¿Dónde fue?. Porque se llevó a esa chica cursi, feliz, esa chica que transmitía su felicidad a la gente, esa misma chica que hacía frente a sus problemas y los solucionaba, esa chica fuerte?. Porque se fueron, en su lugar quedó un arrogante, creído, superficial y pendejo; y una cobarde que no hace otra cosa que llorar a escondidas y buscar felicidad en una cuchilla.

Todo pasó en una semana. Siete días pueden lograr muchas cosas". Decía en su cabeza Katia, una adolescente, de 13 años, cabello castaño oscuro y ojos muy negros, casi siempre cargados de lágrimas, cargando un gran vacío en ellos.

-Estoy decidida, terminaré con esto, esta vez seré feliz. - Dijo en voz alta la dolida chica, mientras se preparaba para otra difícil noche.