Freckles *Calum Hood*

#4

Y aquí estoy.

En el hospital.

Con un rubio y un infantil llorando para que no les pongan una vacuna. Y con un teñido internado porque lo mordieron más de 20 ratones, todos con rabia, y le han puesto más de 15 inyecciones en el ombligo.

Menos mal salí corriendo, o sino yo ya estaría del otro lado.

La enfermera me informa que Michael tendrá que quedarse hasta que salgan los examenes para saber si hay que darle medicamentos o alguna otra inyección. Y que Luke y Ashton tendrán que quedarse hasta mañana por cualquier cosa.

Ya son como las siete de la noche, no he comido y tengo sueño. Así que fui a comprar algo en la maquina de comida, había papitas, nachos, galletas, mmm creo que comprare papitas. ¡Son sabor a pizza!

Me senté en la banca que esta frente a la habitación de Michael, por suerte había un espacio vacío.

Quise quedarme dormido pero la persona que estaba al lado mio no dejaba de quejarse. Hacía algo en su teléfono y luego maldecía, parecía que llamaba a alguien pero no le respondían. Sinceramente con las tantas veces que a llamado a esa persona con quien quiere hablar, ni yo le contestaría.

Finalmente se canso, se hecho para atrás en su silla y se quedó en silencio, mirando su celular. Ahora que lo pienso, la chica a la cual le preste mi teléfono ¿ya se habrá comprado un nuevo teléfono? Porque ya quiero el mio, urgentemente.

Aparte de que tengo las letras de unas canciones, quiero pasar el nivel 350 de candy crush! Aunque podría jugar desde el teléfono de Michael, Luke o Ashton, pero no puedo... Los bien hijos de su mami no me han dado la contraseña de sus celulares. Solo puedo tomar fotos!

Salgo de mis pensamientos de candy crush y todas esas cosas debido al sonido de un sollozo. Es quien esta al lado mio. Me la quedó viendo, parece una chica, a alzado sus piernas rodeandolas con sus brazos y tiene la cabeza enterrada entre ellas, como niña chiquita más o menos. Tiene puesto un abrigo verde con capucha y en cada mano tiene un celular.

Tocó su hombro para que me mire y brindarle unas papitas para que se sienta mejor. Levanta lentamente la cabeza y mira extrañada la bolsa de comida en mi mano.

-Quieres? - le dije amablemente. Tenía los ojos y la nariz roja. Se absorbió sus mocos, y tomó una papita. Ahora las papitas van a saber a moco.

-Gracias- dijo en voz baja mirando al frente.

Esta sensación ya la había tenido antes, como de ayudar a alguien, no por pena, sino ya como una necesidad.

-Puedo ayudarte en algo? -le dije

-No - dijo cortante

-Y estas aquí por? -le pregunte. Me miró con duda y no dijo nada. Definitivamente esta chica tiene un mal día.

-Yo estoy aqui porque a mis amigos los mordieron unos ratones, uno de ellos está internado porque lo mordieron más de 20 y los otros es menos, son los que escuchas llorar y gritar.

La chica tenía una cara estupefacta y empezó a reírse. Su cara se me hacia familiar, no se de donde.

-Enserio lo mordieron más de 20 ratones? -dijo todavía riendose

-Si, le pusieron como 15 inyecciones en el ombligo- ella puso una cara de dolor- y eso no es lo peor - añadí - con cada inyección rezaba un ave Maria y se desmayaba.

Empezó a carcajearse de nuevo hasta que una enfermera se nos ha cerco y dijo que bajaramos la voz.

La chica sonrió de nuevo.