Todo el mundo en el instituto sabe lo larga que es la lista de exnovios de Byun BaekHyun, Park ChanYeol incluido.
Pocos saben de la obsesión que el bajito tiene con su cuaderno rosado y ese montón de espacios en blanco que él está perfectamente disp...
And you'll add my name to your long list of traitors who don't understand. And I'll look back in regret how I ignored when they said run as fast as you can...
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Sábado 21 de Mayo.
Estrellas fueron lo primero que vio cuando despertó... Estrellas tristemente opacas cuyos cristales incrustados las hacían titilar radiantes engañosamente a ojos de cualquiera, él incluido.
Levantó el brazo, cubriéndose los ojos con el tramo delantero y respirando profundamente. Se sentía terriblemente cansado, no había podido soñar con nada la mayor parte de la noche y el esfuerzo físico que había hecho durante todo el día anterior, ya estaba surtiendo efecto sobre todo su cuerpo. Quería continuar dormido pero la claridad colándose por la ventana y una corriente de aire fresco levantando las blancas cortinas, le recordaron que no estaba en su habitación.
Quiso sonreír, plagado de recuerdos maravillosos que se colaron mágicamente bajo sus párpados, pero no pudo hacerlo. Extendió el brazo con que no estaba cubriéndose el rostro entonces, intentando encontrar a tientas otro cuerpo recostado sobre la mullida cama... Fue más lejos cuando no encontró nada más que sábanas cerca, se estiró y se estiró, sus dedos cayendo por el borde de la cama.
Fue entonces que se incorporó bruscamente, mirando a todos lados con extrañeza. Sábanas blancas envolvían sus desnudas piernas, almohadas moldeadas por cabezas rodeaban su cuerpo con una suavidad intranquilizante.
Estaba solo.
Su corazón palpitó dolorosamente, encendiendo millones de alertas dentro de su cabeza.
Recordó a BaekHyun, la textura de su piel pegajosa contra su pecho, las cosquillas que le hizo con su cabello en las clavículas, recordó el maravilloso aroma que desprendía con el que se dejó dormir y el tormentoso sueño que lo trajo de vuelta a la realidad algunos minutos atrás.
Se obligó a respirar con normalidad, intentando parecer tranquilo sin poder convencerse a sí mismo de ello. Le echó un vistazo a la habitación, tan desordenada como la habían dejado; sus prendas todavía sobre el suelo, los zapatos olvidados cerca de la puerta.
Levantó una vez más la mirada abrumándose por lo titilante de las estrellas ahí pintadas, como si estuviese dispuesto a hablar con ellas para preguntarles a dónde había ido su pequeño. La habitación estaba tan silenciosa, que podía esperarse lo mismo del resto de la casa... No le gustaba la idea, pero sabía que tenía que ir a averiguar qué era exactamente lo que estaba pasando.
Sus pies tocaron el suelo, regocijándose sus dedos con la textura de la cara alfombra.
Se agachó para recoger su camiseta, se las arregló para meter los pies por los agujeros del short con que había entrado en ese cuarto la noche anterior, y se miró al espejo, levantando la mirada en el momento justo en que su reflejó se la devolvió.
