Y cuando vuelves a comenzar, llega la noche, la oscuridad, cuando te das cuenta que te has quedado solo, que nadie de los que te dijeron que estarian a tu lado se han quedado, que todo por lo que has estado luchando ya no están, que todo se ha acabado. Qué por momentos del ayer no vives el hoy.Por mi ventana van cayendo gota a gota, y por mucho que lo intento, no puedo evitar que me caiga una lágrima al escuchar su nombre. Todo es más difícil, duele seguir y pensar que todo ha valido la pena.
Pero aveces lo mejor es agachar la cabeza y aguantar la tormenta. Dejar que todo tome su rumbo, esperar sin desesperar. Aguantar lo que venga y más, después luchar y demostrar que cada golpe te hace más fuerte que el anterior.
Aunque cada paso cueste más darlo, aunque se te acabe el tiempo, siempre hay oportunidad de demostrar que vales más de lo que has pasado.
Después de la tormenta siempre llega la calma, el sol comienza a brillar con más fuerza. O es lo que quiero pensar para aliviar este dolor. Lo primeros momentos siempre son más fríos, sin los abrazos cálidos que te protegían.
Nunca imagine que esto me podría llegar a suceder, pero el tiempo parecía no pasar.
Ahí aprendí el verdadero valor de la amistad de las personas que hay a tu alrededor. A no ser tan egoista y a vivir la vida con más locura, como ella lo hacía. Y es que al final, acabe aprendiendo millones de cosas gracias a ella. Y aunque todo cueste más sin ti, sé que lo superaré, ya que todo pasa aunque esperaba que tu fueras la excepción.
Pero aveces lo mejor es no esperar y luchar por ti, tu vida, tu camino, tu rumbo. Me vi en el espejo, después de tanto tiempo, y no me reconocí, había cambiado mucho desde aquél momento, era totalmente diferente y no podía volver a ver lo que había en mi. Pero a pesar de sufrir y del dolor de los primeros meses después de la despedida, acabe dándome cuenta que tienes que seguir tu camino, con la gente que te quiere a tu lado y con las mismas ganas de luchar de siempre.
Después de tanto tiempo te das cuenta del porque, me volví a mirar delante del espejo y llegue a una conclusión: había llegado mi momento. Me di cuenta que después de historias que matan, de momentos que se quedan en el recuerdo y de sueños que se acaban, era mi momento.
Prometí que sería por mi y no por nadie más. Y es que después de tanto tiempo aprendí a valorarme a mi mismo, a darme cuenta que yo nunca perderé a nadie, sino que ellos serán los que me perderán. A que una historia no es la misma si falta un personaje. Yo y nadie más, solo las ganas de seguir luchando, demostrando que yo puedo con todo. Que lo pasado no se puede reparar pero si mejorar.
Las ganas no me las quita nadie, ni este sentimiento de seguir viviendo solo para ser feliz, vivir cada segundo de mi vida, yendo con calma y fijándome en los pequeños detalles como tu me enseñaste en su día.
Pero al final, los caminos se separan, nadie sabe si algún día volverán a unirse para volver a ser uno solo, pero de mientras seguiré el mio. Pero se que algo ha cambiado, nunca volveremos a ser lo mismo, nunca volvere a ser como fui... Pero todo pasa, tu también, y hoy juro no volver a estar mal, solo disfrutar de la vida. Sólo por mi.
ESTÁS LEYENDO
Por el ayer
RomanceLa vida nos lleva de cero a cien en cuestión de segundos. En esta ocasión, Jota, un joven que lucha por ser feliz, se encuentra que no todo es como el pensaba. Debe aprender a crecer parar entender todo lo que le está sucediendo, y deberá decidir có...